ᴠᴇɪɴᴛɪsᴇ́ɪs: final

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¿Recuerdas lo que decíamos de las mariposas?

‹ No todas nacieron para estar en un sólo lugar. A veces estas suelen volar, incluso lo hacen de más y no regresan de donde salieron.

Porque su deber ya fue hecho, porque no merecen seguir estando donde aún les pueden hacer daño. ›

— ♡ :

Liam se miró al espejo, y en medio de su reflejo vio algunos de sus momentos con Zayn pasar por sus ojos.

El como se conocieron. La vez del baño. Las veces que han llorado en los brazos del otro. Todo. Porque eso eran.

Alfa y omega. El todo y el nada.

Recuerda la vez que llegó con flores a su casa, de su timidez y su olor a playa impregnarse por la casa. De las flores caer de forma seguidas de sus manos porque no sabía que hacer, no sabía cómo expresarle lo que quería.

Y no lo dijo, no pudo.

Y Liam lo entendió, lo besó y ahí quedó todo.

También aquella vez que lo sujetó de las piernas y lo sentó en su regazo para darle mimos, tomó sus mejillas y comenzó a esparcir besitos en su cara, en su cuello y parte de su cabello mientras hacía reír a Liam.

Había sido lindo.

Perdóname por no hacerte la pregunta que tanto quieres... — Liam negó, dejando ahora él un beso en los labios hinchados del mayor.

No la necesito, eres tú quien parece desesperado por ella. ¿Por qué no ignoramos eso? Somos más que sólo un título, Zay.

Malik negó, apretando su agarre en la cintura del menor. — Yo la necesito, quiero hacerla. Pero quiero algo hermoso, algo que podamos recordar el resto de nuestra vida, de tu vida.

Liam cerró sus ojos, sintiendo como sus pestañas comenzaban a pesar y su corazón arder.

— No deberías de llorar, bebé. — Su abuela se acercó a él y lo abrazó. — Irás a conocerlos, no es algo malo.

— Tengo miedo... ¿Y sí... si ellos no me ven suficiente para su hijo?

Jaqueline negó, tomando las mejillas de Liam aunque este se negaba abrir sus ojos. Le dejó caricias, besando sus mofletes hinchados con sus dedos. — Eres suficiente. Ellos lo saben. Zayn lo sabe. No importan los demás, sólo ustedes.

Liam asintió, alejando las lágrimas que seguían mojando sus mejillas de forma seguida.

Ahora sentía pena, debía de verse muy ridículo.

— Lo siento... — Ella negó, besando sus mejillas para después dejar una palmada sobre su hombro.

—No lo sientas, no por esto.

Liam asintió y después volvió a mirarse al espejo. Ya no se gustaba. Pero no importaba.

No quería que importara.

— ♡ :

Liam lo miró de reojo, siendo pequeño al escucharlo hablar de esa forma tan descuidada, de ver su sonrisa adornar esos labios con sabor a chocolate.

Se sintió bien al hacerlo, trató de memorizar cada gesto, cada pequeña marca. Quería hacerlo.

— Quería estar así contigo, necesitaba esto. Tú, yo y el viento helado que pone tus mejillas de rosado. — Liam agachó su cabeza con una sonrisa en labios. — Me encanta así. Solo tú y yo.

— Gracias, Zayn. Me haces sentir muy bien. Más ahora.

— Es porque estás bien, sólo que aún no lo puedes entender, bebé. — Alzó la mano del castaño y la llevó a sus labios. —Pero yo lo haré por ambos el tiempo que sea necesario.

Liam estuvo de acuerdo con eso y de nuevo bajó la cabeza.

No sabía que le pasaba con exactitud, pero se sentía triste y emotivo sin razón alguna. Y no quería, porque por cualquier cosita sus ojitos picaban y le hacían querer llorar.

Y Zayn brillaba, siendo la mariposa más hermosa de la noche. Sonriendo, hablando y expresando con todo su cuerpo.

Un bella mariposa a punto de volar.

Haremos una parada en nuestro lugar, después de eso te llevaré a casa. Será por poco tiempo, ¿Sí? De esa forma haremos que te relajes, no pasará nada.

Liam quiso llorar aún más, incluso quiso decirle que sí, pero el nudo en su garganta no lo dejó.

Asintió lento, haciendo un puchero en sus labios al instante.

— Será hermoso. Lo prometo. Y vas a brillar, lo vas amar. — Parecía una promesa, una que lo hacía feliz y brillar aún más en la oscuridad donde sólo los faroles y Zayn alumbraban la noche.

El moreno se detuvo a la orilla de la calle, cuidando de que ningún carro fuese a pasar y hacerles daño. Se posó frente suyo y comenzó a dejar besos hasta sacarle una sonrisa pequeña en los labios del menor.

— ¿Confías en mí, mi bella mariposa?

Liam asintió, y ya no aguantó. Comenzó a llorar mientras era sujetado entre los brazos del alfa. El cual dese hace rato estaba desprendiendo su olor, mismo que no había sido captado a tiempo.

— Estoy aquí, amor.

Pero Liam no escuchó.

Zayn le hablaba, le decía que lo mirara que lo tenía a él para lo que fuera.

Pero Liam se sentía ido, sus lágrimas y su voz no estaban conectadas, porque no sabía cómo decirle lo que sentía.

De repente cesó.

Sólo se escuchó ese ruido de las llantas siendo arrastradas. El sonido del gatillo y el pequeño quejido que salió de los labios de Zayn.

Lo vio caer, sus ojos oscurecerse y perder el brillo.

Como una mariposa en el muelle, siendo pisoteada.

Liam gritó y lloró aún más.

Porque no sabía que hacer, porque se sentía mal.

Porque sentía que era su culpa lo que acababa de pasar.

— ♡ :

Estaban ahí, mirándose sin querer decir mucho.

Liam sonreía, mostrando sus encías y siendo acompañado por la mirada cálida de Zayn.

Sintió sus labios, su dulce cuerpo pegado al suyo mientras le contaba sus planes a futuro, recordando su primer beso, su primera cita fallida. El puente, las caricias.

Pero Liam se sentía lejano. Sentía que era falso.

Quiso llorar al sólo pensar que en algún momento llegaría el final de todo eso.

Estoy aquí. — Los ojos de Liam se cristalizaron, y los sollozos morían por salir de sus labios.

Porque era una ilusión. Porque no era cierto.

Porque Zayn ya hacía muerto entre sus brazos desde hace rato.

𝐀𝐋𝐅𝐀 𝐘 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora