ᴄᴀᴛᴏʀᴄᴇ: superar el dolor

278 40 48
                                    

A veces me siento roto, como la mierda y quiero dejar de existir. ¿Pero valdría la pena? ¿De verdad sería mejor morir o tan sólo es una capa que cubre la verdad?


Domingo por la mañana, 11:23 am

Después de un rato, y de ver a Liam acostado sin querer hacer más. De ver a Jaqueline fumando en la parte de atrás, decidió que le tocaba a él cuidar de ambos. Cuidar del corazón de su omega y de la abuela alfa del mismo. Pero primero comenzaría con lo que le era más importante. Y es que su bebé no quería desayunar, se negaba a probar un pequeño bocado.

Y lo entendía, pero no ganaría nada refugiándose en el dolor. Años de lo mismo hoy lo hacían entender que a veces necesitaba de los otros para sanar.

O que él necesitaba ser fuerte por los demás.

—¿Puedes comer? Un bocado aunque sea, desde ayer que no comes nada. —Zayn alzó la cuchara del cereal, pero Liam se negó a abrir su boca para eso. Otra vez.

Parecía que el cuento iba en retroceso, porque justo cuando se sentían en la cúspide, cayeron a la tierra para seguir con las patadas.

— Me siento pesado.

— Tienes que hacerlo, no puedes dejar que esto acabe con nosotros. —Dejó el tazón en la mesita de noche, llevó las manos del castaño a sus labios besando su palma con cariño. —Sé que duele y que no te sientes con fuerzas para nada. Sé cuántas son tus ganas por dormir y no despertar nunca más. Pero yo no quiero ver a mi algo peor.

El castaño negó, subió sus manos a las mejillas del moreno para después juntar ambas frentes en una caricia. —Te juro que trato pero no puedo. Mi cabeza no me deja ser libre, me siento atrapado por mi corazón que duele al recordar a esas personas. Por no saber dónde está Natalia. ¡Yo no sé nada!

—Está bien. —Besó los labios del castaño, un beso corto y cargado de emociones. —A veces lo mejor es no saber nada.

—¿Cómo voy a preferir no saber? Prácticamente toda mi existencia se debe a un hombre asqueroso. ¡Un hombre al que por más que quiera no puedo odiar! —Sus palabras hicieron eco en la habitación, sacando a relucir lo que más le estaba haciendo daño. ¿Es que estaba mal que lo quisiera aún sabiendo la verdad? —Me odio.

—Hey, cariño. —Su llamado fue ignorado, pero Zayn insistió besando repetidas veces sus labios hasta sacarle una sonrisa. —No sé que decir, ¿De acuerdo? No tengo las respuestas para cada uno de tus problemas, ni siquiera sé que hacer para aliviarte y sacarte de esta cama. Pero jamás te juzgaría y te diría que estás mal, porque yo no sé gran parte de tu pasado. Yo no sé cómo era ese hombre contigo...

—Fue un buen papá. —Murmuró con sus mejillas mojadas. —Me quiso, yo lo sentía.

—Entonces eso debería ser suficiente por ahora. No puedes borrar el pasado, los gritos, ni el daño, todo ya fue causado. Pero puedes superarlo. —Dejó caer su frente contra la de su novio. —Podremos superarlo juntos si te permites sanar.

—Quiero algo mejor que esto. —Declaró con sus ojos cerrados. —Pero también quiero desaparecer, borrar mi existencia de la tierra y que no quede nada de mí. No soy hermoso. No soy un omega hecho a la medida como los otros. Mi olor es asqueroso. Todo yo da asco, ¡Y sigues aquí!

𝐀𝐋𝐅𝐀 𝐘 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora