ǫᴜɪɴᴄᴇ: el puente

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El día de ayer había terminado dándole calma a ambos, Liam había perdido la sonrisa por ratos pero Zayn no lo dejó solo en ningún momento tal y como había prometido. Pero hoy tampoco fue mucho mejor. Después de llegar a la escuela y ver a Eric siendo consolado por Connor cayó en cuenta de lo que había sucedido.

Recordó lo que Dayana le había dicho, su mierda de justificación sabiendo que le haría daño al final. Y ya había sucedido. Porque después de dos años las mentiras por fin habían tenido su merecido final.

Connor le dijo que no se preocupara, ¿Pero cómo podía no hacerlo? Era su amigo de quien estaban hablando. Por obvias razones tenía que estarlo. Y aunque al principio se molestó supo que lo mejor sería que él estuviera para Eric. Porque entre más ayuda mejor. Recuerda los abrazos, sus ojos hinchados mientras narraba lo sucedido. Todo yéndose a la mierda acompañado por ellos.

Liam intentó ayudar, pero lo único que logró fue sentirse mal.

Nada mejoró a la hora de ir a la cafetería. Dayana había llegado pidiendo hablar con Eric. Claramente ninguno de los presentes la había dejado haciendo que formará un berrinche a los ojos de todos.

¡Compórtate! —Exclamó el moreno cansado. —Al menos por primera vez después de tanto ten la decencia de irte.

—¡Tú no te metas! ¡Lo de nosotros no es algo que te importe! —Ella molesta empujó a Zayn.

El moreno lo más calmado que pudo la sujeto de la muñeca. Miró su rostro igual de agotado y ojeroso. —Todo lo que tienes tú sola te lo has ganado. Por no querer hablar con la verdad desde el comienzo. Porque puedo jurarte que si le hubieras dicho antes lo que pasaba él te habría apoyado. Preferiste callar y hacer como si nada pasara. Jugar con sus sentimientos y creerte "la todas mías". —Ella lo miraba queriendo llorar. Cada palabra haciéndole doler. —Vete. —Susurró.

Dayana miró por última vez a Eric, Connor lo mantenía en un abrazo fuerte, sujetando todo de él. Eso le enfureció y corrió lo más lejos.

Zayn no se sintió mejor después de eso, porque sabía que nadie merecía sufrir por absolutamente nada. Pero a veces, los errores causan demasiados daños que el sufrimiento es inevitable.

Al salir de la escuela partieron por caminos diferentes. Connor no sin antes decirle a Liam que lo tenía a él para cualquier cosa y que lo amaba. Eso al menos hizo sentir mejor al castaño. Tenía a su amigo y Zayn, también a Eric pero en estos momentos él necesitaba de su mejor amigo para estar bien.

Como si la estabilidad, felicidad, lo que sea, estuviera al alcance de los demás.

De Dereck no se supo demasiado, más que se había burlado de Dayana y había terminado con golpes en la cara. ¿Por qué siempre tenía que estar burlándose del daño de los demás? Intentaba comprenderlo, sin saber bien el por qué pero lo hacía. Al final nada le llevaba a un lado, tan sólo revolvía sus pensamientos. Aunque nada era justificación para lo que hacía. Porque por más que te dañen no puedes hacerle lo mismo a los demás, no era justo.

Miró al castaño recostado sobre sus piernas, sus ojos cerrados y el gorrito cubriendo parte de su frente. Tan tierno sin intención de serlo, su pequeño omega. —Él está aquí.

—Por tu rostro es fácil saber que le quieres demasiado. —Sonrío Carmen.

Una semana más en las mismas sesiones. Sabía que, en cualquier momento podría dejarlas, pero algo le decía que no era momento de hacerlo. Porque estar ahí aunque fuera enfrente de una cámara y tener a quien lo escuchara le era relajante. No sólo Liam. Él suficiente tenía con lo suyo.

𝐀𝐋𝐅𝐀 𝐘 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora