ᴠᴇɪɴᴛɪᴄɪɴᴄᴏ: nosotros

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Eric

Suspiró por novena vez esa tarde, se sentía cansado y solo en esa casa, y no sabía que hacer con exactitud. No quería molestar a Liam ni Zayn, no cuando ellos debían de tener problemas más graves que los suyos que, obviamente, iban a la flojera que sentía en ese momento.

No sabía si lo correcto sería recurrir a Connor, se sentía tímido, tal vez avergonzado, pero le gustaba estar a su lado, cuando él le sonreía y le preguntaba cómo se sentía.

Le era importante, le hacía sentir que tenía valor aunque fuera con sólo una persona.

Y lo valía, claro que sí. Valía tanto la pena que estaba seguro que merecía más de lo que alguna vez recibió en su relación pasada.

Sonrío triste, recordarla le seguía dando sensaciones encontradas, porque le mantenía cariño, le tenía enojo pero sobretodo se sentía algo miserable.

Pero ya no importaba, ya no debía de importar por más que su cabeza le hacía creer que sí, que su corazón a veces pedía al otro aún cuando se negaba rotundamente a eso.

Tomó su teléfono y llamó al único número que le podría contestar en este momento.

Se escuchó movimiento al otro lado de la línea y Eric tragó sintiéndose nervioso de repente.

— Perdón por tardar, estaba ayudando a Dereck a limpiar.

— No sabía que se llevaban bien hasta el punto de ir a la casa del otro. — Eric se sintió envidioso, y no podía evitarlo. Connor últimamente estaba más con Dereck que con él y eso le molestaba en cierta parte.

— No es así. Tuvo problemas con su papá y al parecer ahora tiene que salirse del departamento en el que estaba viviendo. Le ofrecí mi casa pero me miró con odio y entonces me quedé ayudarlo. No sé a dónde irá, pero yo no pienso meterme más en eso.

— Mhm, lo siento. Me siento algo solo últimamente, por todos más bien. Mamá sigue trabajando a tiempo completo y Zayn esta más ocupado ayudando a la familia de Liam que para escucharme.

— Lo haces ver como si Zayn no se preocupara por ti. Lo hace, solo que también tiene tanto en su cabeza, a veces él también debería ser escuchado.

— Y lo intento, pero casi no hablamos salvo en la escuela donde se la pasa pegado a Liam. — Quiso golpearse, sonaba como un niño pequeño haciendo berrinche. Y aún más porque se estaba quejando de su mejor amigo, el cual estuvo ahí en cada momento donde se sentía mal consigo. El cual lo defendió de la que es su mejor amiga. Él que ha estado ahí cuando su mamá no puede. Negó y dejó salir un suspiro lleno de cansancio. — Lo siento.

— No te preocupes. Yo lo entiendo, me pasa lo mismo con Liam. También lo extraño mucho, antes éramos él y yo, siempre fue así, y de repente llegó Zayn... sé que no debería de sentirme celoso porque no tengo razones. Pero no puedo evitarlo. Aunque me alegro por él... también me gustaría estar más cerca suyo, ser él y yo por más tiempo.

Eric sonrió leve, él lo entendía después de todo. — Me tienes a mí.

— Y tú a mí, Eric, lo sabes. Así que si Zayn no está, y aunque esté, puedes venir a mí, yo haré lo mismo. Es lo que hacen los amigos.

Eric no supo descifrar el malestar que sintió en su estómago ante eso último. Pero prefería no encontrarlo, no quería hacerse ideas y salir lastimado.

Aunque Connor intentaba arreglar lo que estaba roto.

Los amigos...

— Sí, Eric. Los amigos. Nosotros somos amigos, aunque a veces siento raro cuando estoy contigo. No quiero–... no quiero suponer nada ni sacar conclusiones apresuradas. Sólo quiero conocerte, seguir estando contigo sin ponerle un título a ese malestar en mi estómago porque no quiero que mis sentimientos se refugien en ti.

— Yo tampoco quiero que mis emociones te busquen como escudo. Quiero algo real.

— Tendrás algo real, y si es conmigo estaré más que bien con eso porque eres más que lindo. Pero no ahora, no estamos listos. Y cuando lo estemos tomaré tu mano, te diré que sí con la cabeza y besaré tus labios color cereza con olor a durazno de tu bálsamo. — Eric se sonrojó, cubriendo su boca con la palma de su mano para evitar chillar y ser escuchado. — Pero eso será cuando estemos sanados. Cuando yo deje de sentir ese amor por Liam. Cuando tu por fin olvides a Dayana.

— Quiero que sea pronto. — Susurró bajito, esperando no ser escuchado. Pero la risa de Connor le hizo saber que no había sido así.

Y estuvo bien con eso, por fin no le importó porque sintió que había sido tierno. Penoso, pero tierno.

— Podré demostrarte que voy en serio.

— Y yo que de verdad siento más que jugos gástricos, Connor. — El omega mayor rio al otro lado de la línea y Eric no perdió la sonrisa en ningún momento. — Me tengo que ir.

— Ve, está bien. Estaremos juntos en algún momento, tendremos ese nuestro que merecemos.

— Lo prometo, Connor. Lo tendremos.

Colgó. Y dejó caer en la cama con una sonrisa en sus labios.

Estaba bien. Tenía que trabajar en él y estaría mejor. Con o sin Connor, él seguiría siendo un omega precioso. Porque su valor no se debía a ningún alfa, ningún omega, beta, gama, lo que fuera.

Se debía a él. Y el amor sólo era plus.

──

siento que deberían odiarme por tardar tanto pero no puedo evitarlo, mi inspiración es tan sucia :( pero ya estoy avanzando con el capítulo final. de hecho, este capítulo debería de serlo, pero necesitaba darle un cierre a ellos, aunque más bien es un comienzo pero ajá.

EL SIGUIENTE SÍ ES EL FINAL, NO SÉ CUANDO VA ESTAR, PERO INTENTARÉ NO TARDAR AÚN MÁS

gracias por seguir aquí, te amo <3

𝐀𝐋𝐅𝐀 𝐘 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora