ᴏᴄʜᴏ: un momento feliz con tragos amargos

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He decidido dejar de pensar en el tiempo para poner en primer lugar los sentimientos.

Eres el prototipo deseado para este alfa no esperado.

No me importa si tardaré en enamorarte, se que valdrá cada segundo de ello.

Te veo como mío, Liam, y como un cachorro al cual quiero bañar de mi olor para que todos lo sepan lo mucho que me perteneces.

Porque muero de tan solo pensar que te enamores de alguien más.

Pero si lo hicieras te dejaría gozar de ello, porque en el amor también se sabe perder.

No quiero asustarte ahora que estoy más cerca de ti, ahora que te has abierto para mí.

Las diferencias entre nosotros son muy obvias, pero eso solo lo hace mejor.

Somos la pareja perfecta, algo inestable para la sociedad pero eso no tenemos que pensar. No cuando la mayor parte de nuestra adolescencia fue pensando en ellos.

Ya llegó el momento de enfocarnos en nosotros y lo que queremos.

Yo te quiero a ti.

Liam se abrazo al brazo de Zayn con sus ojitos llorosos, detuvo su caminar cuando las manos del moreno se movieron hacia su cintura, sorbió su nariz sintiendo la emoción subir por su corazón haciéndolo bailar. —Yo también te quiero, Zayn.

La risa del moreno lo hizo aún más feliz.

—Es maravillosa la forma en la que me elevas, como si de una nube se tratará.

—Eres más de lo que espere.

—Comparto ese mismo pensamiento, porque en mi vida creí que alguien tan lindo llegaría hacerme feliz.

Ambos se sonrieron, sin saber que más hacer. Para Zayn todo iba en viento en pompa, Liam sonreía lleno de ilusiones.

Pero no todo siempre es feliz, de repente, llegó su madre opacando esos pensamientos felices.

—Mi madre nunca te querrá. —susurró.

—No necesitamos su aprobación. Sé que ella debe de ser importante para ti porque sigue siendo tu madre, ¿Pero por qué seguirías aceptando tenerla en tu vida cuando sólo te llena de inseguridades? Me niego a verte triste por culpa de ella. —Tomó su barbilla haciendo que lo mirará a los ojos. —Sólo procura pensar en lo que tú quieres, no en lo que ella ve correcto.

Asintió de acuerdo, pero muy en el fondo le dolían sus palabras. Ella era su madre, pero ¿Qué madre dañaría a su propio hijo sólo por no ser como dictaba la línea jerárquica?

—Sé que te quiero, Zayn. Y ahora lo más importante es eso.

Liam recostó su cabeza en el hombro del moreno, mientras esté recostó la suya sobre la del castaño en una posición poco incómoda, pero quería sentirlo por sobre todas las cosas.

Ahí en el patio de la escuela con las hojas volando de un lado a otro, al igual que los pequeños insectos que los hicieron sentir rodeados de un ambiente primaveral.

Dos mariposas vivas en una sociedad que castiga.

Cuando la hora del receso terminó ambos se dirigieron juntos a su aula, pero como si lo que pasó hace unos minutos no hubiera pasado. Zayn sabía que Liam tenía miedo aunque estuviera decidido a poner de su parte. Pero seguía siendo pronto y él lo esperaría aunque sintiera que todas sus ganas se le venían encima.

𝐀𝐋𝐅𝐀 𝐘 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora