BAD LIFE//FINALIZADA

XIV

ADRIEN:

Suelto el volante y dejo caer mi espalda en el respaldo mientras mi respiración regresa a la normalidad.

El corazón se va a salir de mi pecho en cualquier momento, nunca me había sentido tan cerca de la muerte como hace unos segundos.

Giro la cabeza para ver a Marinette, la cual sostiene el arma en su regazo mientras lleva una mano a su frente y de ahí a su cabello, haciéndolo para atrás mientras suspira.

-Eso estuvo bastante cerca- murmura, aunque la imagen de ella, con medio cuerpo fuera del auto mientras disparaba no salía de mi cabeza.

Debo estar demasiado afectado como para pensar que ella se veía jodidamente sexy en esa posición.

Seguramente debo dejar de ver tantas películas de acción.

Pero lo más extraño de esto era que la adrenalina superaba el miedo de morir por mucho, y eso no podía ser bueno ¿o sí?

-¿Podrías dejar esa cosa en donde estaba?- le pido, no queriendo hacer algún otro movimiento mientras tenga un arma en su regazo.

Ella me mira con diversión antes de obedecer, abriendo la guantera y después de colocarle el seguro la intercambia por una cajetilla de cigarros y un encendedor plateado.

-¿Fumas?- pregunto con una mueca de desagrado, observando como ella intenta encender un cigarrillo que sostiene entre sus labios.

-Solo cuando estoy nerviosa- contesta, después de darle una calada- o cuando estoy a punto de morir- intenta bromear, robándome una sonrisa divertida.

No tengo idea de que es lo divertido, pero ambos nos reímos. Quizá por la tensión.

-Toma, dale una calada, te quitara la tensión- insiste, pasándome el cigarrillo, el cual acepto.

Lo llevo a mis labios y le doy una calada. No había fumado muchas veces, solo en alguna fiesta y para convivir.

-¿Así serán todas nuestras citas?- le pregunto con intriga, devolviéndole el cigarro.

-Quisiera que no, pero no puedo asegurarte nada- responde con una mueca, dándole una última calada antes de arrojar la colilla por la ventanilla- aunque, debo admitir que no esperaba que reaccionaras así- comenta.

-Tampoco me iba a sentar en la cama a esperar que entraran- respondo con ironía, a lo que ella suelta una carcajada, dejando de reír de a poco hasta mirarme con seriedad.

Frunzo el ceño ante su repentino cambio de actitud, esperando a que me lo diga sin preguntar.

-Esto era lo que quería evitarte, no quería arriesgar tu vida de esta forma- y aquí vamos de nuevo, con ese tema que no hacía más que desesperarme- tendremos suerte si...-deja la frase en el aire, sin llegar a completarla.

-¿Si qué?- le pregunto, buscando su mirada. Desvía la vista al frente, y eso logra que mi curiosidad crezca aún más.

Sujeto su mentón con una mano para que me mire, arqueando las cejas en espera de que hable.

-Si no te reconocieron, de lo contrario tu vida está en riesgo- comenta, bajando la vista con cierta culpabilidad.

Tiro de su brazo, logrando que capte mi mensaje al instante y con un poco de dificultad termina sentada en mi regazo.

No me había dado cuenta que solamente lleva puesta mi camisa y que de esa forma corrimos unos cuantos metros.

Pero eso no importo, ni importa ahora.

-Hey, yo escogí estar contigo, no me importa lo riesgoso que sea mientras este a tu lado- contesto de forma sincera y sin apartar mi mirada de la suya.