XXIII

58 9 0
                                    

MARINETTE:

Paso los canales de televisión al mismo tiempo que miro mi celular cada dos segundos sin saber que responder al mensaje de Adrien.

Xxxx-xxxx: Me hubiera encantado despertar a tu lado, ¿por qué te fuiste sin avisar?

Dios, con solo volver a leerlo mis latidos se desenfrenaban y todo mi cuerpo reaccionaba al recordar lo que paso ayer.

[Flashback]

Adrien levanta mi mentón para besarme, de una forma dulce y sutil que poco a poco va subiendo de intensidad, hasta que mis pulmones exigen aire. Me separo un par de segundos antes de volver a demandar sus labios, abrazando su cabeza con mis brazos y gimiendo en sorpresa cuando me levanta por la cadera, sentándome en la mesa de ping pong.

Cierro los ojos involuntariamente cuando baja sus labios al hueco de mi cuello, repartiendo besos con una lentitud que me hace suspirar.

Y justo ahora quiero llevar las cosas a su ritmo, sentir que tenemos todo el tiempo del mundo.

Desliza sus manos hasta el cierre de mi vestido, bajándolo sin llegar a quitármelo, acariciando con sus dedos de mis manos a mis brazos y de ahí a los hombros, haciendo pequeños círculos con sus pulgares en la piel descubierta de mi espalda.

Sus ojos me miran con detenimiento, llegando a ponerme nerviosa.

-¿Qué haces?- le pregunto, mordiendo mi labio inferior mientras subo mis manos por su americana y se la quitó, dejándola a un costado de la mesa.

-Busco algo que no me guste de ti, ya que no creo normal poder quererte de la forma en la que lo hago- responde, tomándome desprevenida y dejándome sin palabras.

-Tengo un lunar en el hombro- intento bromear, logrando que él sonría.

-Todo en ti me encanta, y espero poder grabarme cada parte y gesto tuyo en la mente para cuando tenga que fingir frente a todos que no te conozco- responde, subiendo su mano por mis hombros hasta mi nuca, atrayéndome a él lentamente.

Nadie me había besado de esta forma antes, tan cariñosa que creo que podría derretirme en sus brazos.

Esta vez yo soy la que se baja de la mesa para poder quitarme el vestido, quedando en ropa interior, y cuando me deshago del vestido bajo el pantalón del rubio, dejándolo en ropa interior y camisa.

Vuelve a besarme a la par que retrocedemos hasta la cama, donde él se sienta y me deja encima de su cuerpo. De nueva cuenta vuelve a bajar sus labios por mi cuello, mis hombros y sigue bajando, robándome suspiros en el proceso. Sus dedos acarician la piel a su alcance, mandando miles de corrientes eléctricas a todo mi cuerpo a la par de sus besos.

No hay simple placer o deseo en sus caricias, sino que transmite algo más que me gusta y me incita a perderme en esa sensación, pero que también me atemoriza.

¿Qué pasara después de dejarme caer a ese abismo?, ¿podré salir de él algún día?

¿Las cosas volverán a la normalidad si lo nuestro fracasa?

¿Lo nuestro va a funcionar?

-Ahh- un gemido abandona mi garganta cuando sus dedos hacen círculos encima de mi ropa interior, sacando cualquier otro pensamiento de mi cabeza.

-Esta noche quiero demostrarte cuanto te quiero- sus ojos perforando los míos con cada palabra, incitándome a perderme en ellos.

-Hazlo - respondo sin titubear, subiendo mis manos a sus hombros para volver a besarlo, en el mismo patrón que los anteriores.

BAD LIFE//FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora