Capítulo Quince: Ethan-senpai

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Ethan

Al día siguiente, desperté con una nota en pegada en la lámpara de mi buró. Reese no estaba por ningún lado y Yang Yang tampoco, sólo quedaba yo.

»Fuimos por un cambio de ropa. Te esperaremos en la entrada del spa al medio día«

Casi era hora. Así que tuve que levantarme y darme una ducha rápida mientras mi cabeza trataba de resolver el lío que tenía encima justo ahora.

“Yo no soy...”

—No puedo creer que dijera eso... —. Golpeé ligeramente mi frente contra la pared y negué mentalmente—. Ethan Casey eres un idiota.

Es decir, es que sé quién soy y lo que quiero, pero no puedo olvidar aquella noche en la que vi a Reese mirar aquel anillo con detenimiento. La forma en la que miraba ese pedazo de oro era tan triste, la sencillez con la que podía describir sus sentimientos más puros y dulces; yo ni siquiera puedo admitir en voz alta cuando siento algo por alguien. Incluso ahora.
Para él, amar es algo tan puro que yo, bueno, no sé si soy digno de ese amor que puede tener por mí.

Tenía un remordimiento interno que no me dejaba mirar más allá de lo que tenía ahora.

Sabía que al venir aquí mi codicia por tener a Reese se haría más grande, en efecto, no era nada de lo que yo esperaba encontrar al llegar aquí, no, él es más de lo que cualquiera podría esperar.
Por eso mismo me estaba deteniendo. Sabía las razones que me habían traído a este lugar y que, a pesar de saber que algún día tendría que decir adiós, no creo estar listo jamás.

¿Cómo te despides de alguien así?

Reese es todo lo que siempre esperé de alguien a quien pudiera ver como mi compañero de vida. Es sencillo a pesar de ser un hombre de riqueza inconmensurable, incluso es tímido en algunas cosas y eso lo hace tierno; definitivamente es un niño que aún espera ser amado por alguien.
Hace que su amor, siendo puro y dulce, sea un premio para cualquiera que pudiera tenerlo. Sin embargo, no es tan sencillo para mí.

Si él me llega a encontrar algún día, sé que va a destruir todo lo que hay a mi alrededor y no puedo permitirlo.

—No otra vez.

La rabia que tenía por dentro me consumía cada vez que recordaba porqué tuve que ocultarme en la oscuridad como una sabandija. No era culpable de nada, lo sabía, pero también reconocía que yo mismo había aceptado mi condena desde el momento en el que quise obtener "justicia" para mi padre.
Todo lo que había hecho hasta ahora sólo me había traído desgracia tras desgracia; aunque no me podía quejar de todo, pues ahora mismo sabía que tenía amigos tan leales como Ike y Reese.

Reese Baker.

Dioses, ni siquiera puedo decir en qué momento me comencé a enamorar de él, sólo sé que pasó.

—Es increíble... —. Susurré avergonzado.

No puedo creer siquiera que aquel hombre que tanto anhelé, también comparta mis sentimientos; es como un sueño que de la nada se volvió realidad, sin hacer ruido, se metió en mi corazón y ahora mismo no sabía qué mierda tenía que hacer.
No quería ser parte de una historia dramática de amor en la que seguramente el que saldría perdedor sería yo. Ya me sabía la historia y su final, pues antes me había enamorado y aquel amor me consumió por completo dejando sólo cenizas en su lugar.

Mi corazón estaba herido al igual que el de Reese.

Ya no sabía si algún día podría enamorarme de alguien de nuevo, es decir, Reese es ese tipo de persona que te consume sin notarlo. Te hace querer estar a su lado todo el tiempo para cuidarlo y amarlo, yo quería hacerlo, pero también era consciente de mi pasado y mi futuro.
Ya todo en mí era incierto. No sabía qué día podría encontrarme cara a cara con el destino y enfrentarme una vez más a sus crueles garras, sin embargo, tenía miedo de que, cuando llegara ese momento, Reese también pagara las consecuencias.

De Los Días Que Te Amé © [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora