Capítulo Veintiuno: Volveré Pronto

74 9 2
                                    

Reese

—Más despacio, Ethan. 

Reí cuando él corrió caminando de mi mano por la calle.

—Vamos, llegaremos tarde —. Sonrió al verme.

—Siempre hay diez minutos de cortos antes de que inicie la película —. Negué con la cabeza.

Ambos entramos al cine y, cuando Ethan me miró, sonrió de nuevo.

—¿Qué quieres comer?

—Me gustan las palomitas —asentí—, en especial las de mantequilla. Las demás...

—Son extrañas —. Confirmó.

—Exacto.

—Pediré las palomitas y los refrescos —me dio los boletos—, ve a confirmar la asistencia, vamos.

—Pero puedo ayudarte.

—No —me empujó levemente—, vamos, ve. Yo me encargo de lo demás.

—Está bien —. Acepté y caminé a la recepción.

Entregué los boletos a la chica que atendía la sala y después me quedé en mi lugar esperando por Ethan. No iba a entrar a la sala sin él.

—¿Espera a alguien? —. La chica me preguntó.

Asentí.

—A mi pareja.

Vaya, era extraño decirlo ahora.

No habría pensado que después de tanto tiempo yo de verdad estuviera haciendo esto. Es decir, no creí que de nuevo encontraría a alguien que hiciera latir a mi corazón como un frenesí.
Se sentía bien y a la vez me daba algo de miedo, aunque estaba bien para mí, por fin estaba sintiendo más cosas en mi vida. Desde que Ethan apareció, solo he experimentado sentimientos realmente fuertes.

—¿Listo? —. Ethan sonrió.

Venía cargando una charola con palomitas, golosinas y refresco.

—¿Comerás todo eso? —. Sonreí.

—Por supuesto que no —negó—, tú comerás la mitad.

Reí y lo ayudé a tomar la charola.

—Vamos, debemos entrar ya.

Ethan sonrió.

—Sí.

Ambos entramos a la sala y nos sentamos en nuestros asientos.
En realidad no sabía qué película habíamos venido a ver, pero eso no importa, mientras esté con Ethan sé que todo será divertido.

—¿Habías venido a este cine antes? —. Preguntó.

—En realidad no —negué mientras comía—, no suelo salir mucho de casa. Bueno, antes no lo hacía.

—¿Por qué no?

—No tenía con quién hacerlo —. Me encogí de hombros.

—Bueno, procuremos salir todo el tiempo que podamos —levantó su mano como si hiciera un juramento—, prometo que buscaré los lugares más divertidos para visitar.

—De acuerdo —. Sonreí.

La película comenzó y de inmediato las luces se apagaron. No sabía muy bien de qué se trataba la película pero era divertido ver a Ethan hacer caras mientras la veía, a veces sorprendido y a veces emocionado, parecía un niño pequeño ahora.
No paraba de sonreír y algunas veces reía con él cuando algo gracioso pasaba en la película.

De Los Días Que Te Amé © [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora