Capítulo Dieciocho: Último Pensamiento

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Ethan

Después de aquella tarde en la noria, ambos seguimos caminando de un lado a otro jugando y riendo juntos. No había lugar ahora mismo al que yo quisiera ir y, para Reese, creo que sucedía lo mismo. Ambos estábamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros en esta relación.

Aún no era muy consciente de qué podría cambiar en nuestras vidas ahora, pero no me importa; siempre y cuando esté a lado de Reese, lo demás ya podría desvanecerse.

Incluyendo mi miedo a ser hallado.

Mizuki me había mostrado que no es bueno seguir sumido en el miedo, además, él había desaparecido prácticamente de mi vida y no hay manera alguna de que me halle algún día. No hay forma de que me pueda hacer daño cuando yo mismo cambié tanto para ser prácticamente invisible.
Desde el interior hacia el exterior, me encargué de cambiarlo todo para así jamás ser encontrado o, de lo contrario, podría correr el mismo riesgo que en el pasado.

Y esta vez no sabría si lograría salir con vida.

-Tierra llamando a Ethan -. Reese pasó su mano frente a mis ojos y sonrió-. Estaba contándote una historia y de repente te perdiste.

-Lo siento -negué con la cabeza-, estaba pensando en algo.

-¿Y qué era eso? -. Preguntó.

-Nada importante -. Miré el folleto en mis manos-. ¿Aún no empezará esto?

-Creo que debemos esperar un poco más -murmuró mirando su reloj-, Rachel dijo que esto se hace al anochecer. Cuando el cielo se torna oscuro.

-Tiene sentido -. Asentí.

Ambos estábamos sentados en una banca que estaba cerca del lago.

Rachel había organizado un espectáculo de fuegos artificiales al anochecer, estos se lanzarían desde el lago y todos podríamos verlos cómodamente desde las bancas que estaban aquí.
Sonaba bastante romántico, sin embargo, aún así era algo tarde para hacerlo. Yo ya había tenido mi momento.

-Espero que Yang Yang esté bien -. Reese murmuró.

-Los chicos del spa dijeron que se quedarían con él en la habitación, hay menos ruido y lo acompañarán -lo tranquilicé-, además, sé que Yang Yang disfruta de la atención de esos tres.

Tres chicos del spa habían sido mandados por Rachel y, amablemente, se ofrecieron para cuidar de Yang Yang durante el espectáculo.
No tuve opción. Si dejaba que Yang Yang se quedara, probablemente lastimaría sus oídos y lo pondría inquieto. Así que no quería eso, además, Reese tenía muchas ganas de ver el espectáculo, así que decidimos que por esta vez Yang estaría bien en manos de alguien más.

-La próxima vez traeremos a Ike y a Jade -le sonreí a Reese-, seguramente querrán hacer esto también.

-No lo creo. Jade es más de no demostrar sus sentimientos -Reese se encogió de hombros-, él y Ike tienen temperamentos diferentes y la verdad es que nunca los vi en una cita. Creo que lo de ellos sólo... Brotó.

-¿Jamás tuvieron una cita?

-Siendo honestos, yo le di mucho trabajo a Jade en el pasado, así que no creo que las tuvieran. No durante un tiempo al menos -. Me sonrió-. Me alegro que nosotros tengamos la oportunidad de hacerlo ahora.

-Yo también.

Yo le sonreí también y miré de nuevo al frente esperando el momento en el que empezara el espectáculo.

-¿Qué hay de ti?

-¿De mí?

-¿Alguna vez saliste con alguien? -. Preguntó.

De Los Días Que Te Amé © [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora