57. Chicas

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24 de abril

La nieve se hacia notar en Auradon, y las bajas temperaturas congelaban los lugares sin calefacción del territorio de Auradon. Durante las primeras semanas las clases fueron suspendidas, pero los chicos encontraron la manera de hacen fiestas clandestinas, pero en la última las cosas no salieron bien para alguien...
—¿Alguno vio a Evie después de la fiesta?— Preguntó Jay, mirando el reloj que marcaba que la princesa azul llevaba más de ocho horas desaparecida.
—Yo no— Suspiró Carlos —Evie no quería salir, debimos haberla dejado.
—Esperen— Los hizo callar Mal, quien temblaba de miedo por el paradero de su amiga —¿Quien organizó la fiesta?.
—Chad— Dijo Ben, y a los dos segundos negó con la cabeza. —No, no esto no puede pasar.
Ben y Mal subieron a la camioneta real, y en ese auto también viajaron Carlos, Jane y Audrey, detrás de ellos, en los autos policiales se subieron Harry, Jay, Uma y Gil, manejaron varios kilómetros, hasta que Jane exclamo verla y la pandilla entera bajo.
—Tiene el pulso bajo— Explicó Audrey —Esta hirviendo.
—Carlos, Jay, Harry, Gil. Llevenla a casa, Mal quédate con ella y cuando despierte nos avisas que te dice.

[...]

Mal se encontraba al lado de Evie, antes de irse Carlos le había dejado un te caliente preparado, para cuando despierte.
—¿Mal?.
—¡Evie!— Exclamó la peli-morada, acercandose a ella, dándole el te.
—¿Como te enteraste?.
—¿De que?.
—Oh.. no lo sabes... de nada.
—¿Que pasó con Chad?— Le preguntó mirandola a los ojos sin soltarle la mano.
—Se metió en mi razón, me hizo creer que mi forma de vestir era una provocación, nunca me dejó ser, decidió por mi.... ¿A dónde vamos?
—A que ese estupido pague lo que hizo.

[...]

Evie se quedó en el auto, o eso creyeron mientras que la pandilla se encargaba de hablar con Cenicienta para que los dejen pasar.
—¡Bien Chad está en su cuarto!.
Ellos agradecieron y pasaron, abrieron la puerta sin golpear y encontraron lo que esperaban pero que a la vez no querían encontrar.
—¿Q-Que hacen aquí?.
—Hoy voy a matar tu mente suicida— Gritó Carlos enojado, sacando al rubio de la cama.
—Vas  a arrepentirte de lo que le hacias—  Le gritó Ben tirandolo contra la pared
—Que bueno tenerte de frente, quiero ver como pagas el precio lentamente— Gritó Jay, bastante enojado
—Iban a encontrarla tirada en algún lado, iban a decir ok entonces que le habrá pasado— Gritó Jane.
—¿Que habrá hecho? ¿Donde estaba? ¿Cuando fue? ¿Que le pasó? Quizás todo esto ella misma lo provoco— Grito Audrey, pegándole en los genitales.
—Audrey, Audrey déjame explicarte— Gimoteó temblando de miedo.
—Sabia lo que hacia donde hacía y donde estaba, ¿Te parece normal perseguirla en la madrugada?.— Mal estaba a punto de prenderlo fuego, hasta que una voz hizo que la pandilla entera se girara.
—Esto es por mi y por todas, quiero hacerte sentir lo que yo siento ahora.— Gritó Evie, pero estaba débil y cayó al piso.
[...]
—¿Como está doctor?.
—Chicos lo lamentamos mucho, pero Evie se esta muriendo.
—¡No!— Gritó desgarradoramente Mal, cayendo de rodillas al suelo. Junto a ella Carlos y Jay.
—No— Sollozaron Audrey y Jane.
Ben miró la pared más cercana y le dio un golpe que seguramente escucharon.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis meses pasaron de ese día, y cada día la esperanza de que Evie despierte se pierde un poco mas.
—¿Como está doctor?— Preguntó Carlos, mirando a el príncipe de Corona.
—La desconectamos.
—¿¡Hicieron que?! ¡Sabian que tenían prohibido hacerlo!— Gritó Ben.
—Disculpe Rey Ben, pero fue lo que nos pareció mejor.
—¿Mejor para quien?.
—Ben... Calmate estoy bien.
Al oír esa voz, Carlos, Jay y Mal se quedaron paralizados.
—Si Evie pero este hombre hizo... EVIE!.
El Rey de Auradon abrazo a la princesa, que está viviendo feliz para siempre
¿Y Chad? Ese idiota jamás volverá a molestarla ni a ella, ni a nadie

one shots descendientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora