one shots descendientes

89. Mevie

For you? Everything

Luego de la boda real, Ben y Mal se fueron de luna de miel y lo que se suponía serían medio año en París se transformó en tres años, tres años en los que Auradon estuvo a manos de Audrey, Chad y Evie, tres años en las que muchas, demasiadas cosas cambiaron en Auradon especialmente para cierta peli-azul. Sin embargo Mal aún no las sabe porque acaba de llegar, asique recién ahora va camino a ello.

—Todo se ve igual.

—Aquí si, pero en cuanto veas a Evie, notaras que hubo unos ligeros cambios.

—¿Donde está Evie? ¿Acaso no sabían todos que la fiesta era por nuestra vuelta?.

—Sí, es que Evie ya no viene a las fiestas.

—¿Por qué no?.

—Averigualo, ten este es su nuevo castillo.

—¿Esto no era de Leah?.

—Era, ahora ve.

[...]

Mal estaba frente a un enorme castillo, no tan enorme como el castillo Real, pero si era bastante grande, la peli-morada frotó sus manos y tocó el timbre, luego de diez minutos bajo un hermoso y adorable niño rubio, bastante alto y de ojos mieles.

—¿Realmente eres tú?— Preguntó observandola.

—¿Quien eres? Creo que me equivoqué de casa.

—¿Jay te envió sin decirte nada?.

—Sí.

—Soy Connor Mills, tu sobrino de tres años.

—¿M-Mi que?.

—Sobrino. Espera, creo que la necesitas. ¡Mamá!— Gritó el pequeño, dos segundos después Evie bajo con un pequeño en brazos.
Pequeño que su hermano tuvo que sostener cuando su madre salió corriendo hacia Mal, quien la abrazó.

—¡Volviste! Pensé que jamás volvería a verte.

—Ey, tampoco me fui tanto tiempo.

—¡Te fuiste tres años!.

—No es tanto tiempo, además te traje telas última moda de París.

—¿Enserio?

—Ejem— Carraspearon ambos niños.

—Oh sí, M, el es-

—Salteame, ya me presente.

—Okey entonces el es Julen, tiene dos años y-

—Ahora vamos a tener un hermanito, se va a llamar Max.

—Wow E, eso es hermoso.

—Lo es— Dijo no muy segura, cosa que Mal notó. —¡Niños! Porque no van a Fairy's Vet y ayudan al tío Carlos con los animales.

Ambos niños asintieron, y salieron de la casa en sus bicicletas, Mal la miró.

—¿Quieres un café?.