62. Devie

302 12 0
                                    

La tribu

2031

La tribu" así les dicen a la familia azul de Auradon, bueno en realidad de Auradon no, porque ellos no viven en Auradon desde que su primer hijo llegó a este mundo, el 29 de febrero de 2018, Spencer, actualmente tiene 13 años, luego de ese hermoso día tomaron sus cosas y dejaron el mundo de los sueños para irse a Barranquilla, Colombia. Claro que sí van a Auradon, pero no tanto como antes y ese es uno de los motivos por los cuales la princesa azul y la reina violeta se pelearon.
—¿Crees que la tía Mal nos recibirá con los brazos abiertos?— Preguntó Sofía, de diez años , entrando a la camioneta.
—No sé, mamá y ella pelearon muy fuerte, la última vez.—  Respondió el mayor, ayudando a su papá a meter a Sam e Iker (8).
—No hablen de ese tema que su madre está llegando.
Evie subió al auto con los más chiquitos Mark (4) y Tobby (1) de la casa quienes se acomodaron, para ser amamantados.
—¿Listos?.
—Vamos.

[...]

—¡Ugh! Esta bien Ben! Iremos, pero solo porque quieres reencontrar con el pitufo ins...
—¡Están llegando!— Gritó Marianella, de doce años.
Evie estacionó frente a la casa de Mal, Doug ayudo a bajar a los más grandes y Evie bajo con los más chiquitos a upa.
Spencer corrió a el Castillo y tocó la puerta.
—Buenos días, Leus. ¿Están los Be...?.
—¡Tía Evie!— Gritó Mar, abrazando a su tía como si no hubiera un mañana.
—Princesa, hey. Ve con tus primos a la casa de Carlos, allí están todos.
—Esta bien.
Mal bajó las escaleras con el pequeño Charly, de cinco años,  Evie sonrió, había crecido mucho en tres años.
—Hola.
—Hey.

[...]

Treinta minutos de incomodidad en los cuales el único ruido que se escuchaba era el de los niños amamantados.
—Evie, ¿Estas bien?— Preguntó Mal, la conocía, la conocia lo suficiente para saber que no.
—S-Sí— Mintió
—Evie, no puedes ment...— Ni la oración  pudo terminar, que Evie ya estaba llorando. —Ven, vamos a otro lado. — Le dijo y la tomó de la mano, para llevarla a el cuarto. —¿Que nos vas a decir hoy?.
—Estoy embarazada.
Mark odiaba esa noticia y se lo hizo saber a su madre aumentando la velocidad al succionar el seno.
—Veo que ciertas personas están celosas, ¿Estas mal por eso?.
Ella negó. 
—¿Y que paso?.
—Tiene síndrome de down, y es un embarazo de alto riesgo.
La sonrisa de Mal se desdibuja, los ojos se llenaron de lagrimas.
—Princesa— Sollozó buscando su mano y entrelanzandolas, la abrazo con cuidado de los niños.
—Eran gemelos, pero perdió uno— Explico Doug, con los demás presentes.

[...]

—¿Sigue aquí?— Le preguntó Mal a Carlos, en referencia a Evie.
—Sí, con los más chiquitos, Doug y los más grandes se fueron a recorrer.
—¿Crees que quiera verme?.
—Te necesita, ve por ella.
Mal obedeció al pecoso, y camino hasta Evie 4 hearts, la busco en su cuarto, donde la encontró dormida, con los niños colgando. Sonrió apenas, y cerró la puerta cuando pasó.
—¿Qué quieres?.
—¿Te desperté?.
—No, tu sobrino no me deja dormir en paz, patea demasiado y me hace tener contracciones todo el tiempo además de que estás dos criaturas no dejan de mamar.
—¿Y si les cortas el pecho? Al menos a Mark, ya tiene cuatro años.
—¿Y? Todos sus hermanos tomaron hasta los siete, y haré eso con todos mis hijos.
—Bien. ¿Quieres hablar de...
—¿De que voy a ser una terrible madre? ¿De eso?.
—E, no digas eso, vas a ser la mejor madre para ese niño, eres la mejor madre para cualquier niño. Y no, no te estoy diciendo esto porque somos amigas, porque lamentablemente ya no lo somos, te lo digo porque es la verdad,  cualquier niño daría lo que sea por que seas su mamá.
—Mal... yo-
—No, Evie, tu lo dijiste ese día, las amistades de niños nunca duran para siempre.

—Sí, pero lo nuestro no es una amistad de niños. Mal, antes de llegar a Auradon no éramos amigas, y lo sabes, solo éramos dos idiotas tratando de hacer sentir a sus madres orgullosas, pero algo pasó cuando llegamos aquí y créeme intente esa conexión con una gran cantidad de gente en Barranquilla, pero luego de probar con cincuenta de personas supe que con ninguna tendría la relación que tuvimos. Porque solo contigo mi mundo se une con otro.

 —Deja de mojarme con tus lagrimas, tía Mal. Y saben que, terminare mi merienda abajo.

Ambas rieron y se abrazaron, y vivieron felices por siempre

one shots descendientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora