one shots descendientes

83. Todos

"Descendants Christmas"

La cena estaba servida en la mesa grande de el castillo real, los niños jugaban con la niña fuera de la casa, mientras Mal, Carlos y Jay ponían sus apuestas a ver si la peli-azul venía o no. Apuestas que finalizaron en unos segundos.

—¡Tía Evie!— Gritó Bruno, abrazando a su tía.

—Brunito, Hola. Y hola a los demás sobrinos que por un motivo que desconozco no me saludan.

Los niños rieron y corrieron a abrazarla, mientras que Audrey bajaba a Charles quien dormía.

—¿Necesitas ayuda?— Preguntó Carlos, saliendo a saludarla junto a Mal, Jay, Ben, Gil y Jane.

—Neh, o sí mejor si. Baja las bolsas de regalo y ponlas debajo del amor.— Susurró, Carlos acató la orden junto a Jay.

[....]

—¿Como has estado Evie?— Preguntó Mal, desde literalmente la otra punta de la mesa.

—Bastante bien, los niños están contentos en California, aunque tal vez elijamos quedarno. Supongo que tu reino no tendrá problema con eso, ¿Verdad?.

—Evie sabes que yo no quise hacerlo, pero en ese momento Audrey no estaba bien vista, y digamos que un embarazo adolescente de una pareja homosexual fue la gota que revalso el vaso.

Evie tuvo que fingir que eso no la había destruido, odiaba eso, odiaba seguir queriendo tanto a Mal que decidió regalarle ser la madrina de su ultimo hijo.

—Y luego se preguntan porque no somos sus ahijados— Dijo Harry, su hermano estubo de acuerdo.

—No digas eso Harry, mi mamá no es mala.

—No, es mentirosa, homofóbica y le dio la espalda a su mejor amiga dos veces.

—'Podemos intentar tener esta cena en paz.

—Lamento haberla arruinado— Gritó Evie.

—No te victimizes.

—¡Ben!

—¡Audrey!.

—¡Evie!

—¡Mal!

—Chico.

Evie los miró a todos, corrió la silla y salió corriendo a su lugar seguro.

[...]

Luego de la tensa cena, Brenna quiso ir a buscar a Evie, pero sus padres se lo prohibieron, pues sabían que Evie no era linda enojada.

—No quiero que pase navidad sola— Sollozó Erick.

—No esta sola, esta en su lugar seguro. Además papá Noel ya dejó los regalos vengan a verlos.

Mientras los niños disfrutaban sus regalos y jugaban con cada uno de ellos Mal encontró una bolsa la cual era completamente negra, dentro había una caja la cual decía.

"Se que nuestra relación nunca va a ser igual, pero por algún motivo no puedo olvidarte y dejar de quererte. Espero te guste, te quiero mucho. Por siempre tu E. "
Mal abrió la caja, dejando escapar una lagrima, unos zapatitos, un chupete y un Eva test, más una remera que decía "I love my godmother.

Limpió sus lagrimas y se acerco a su ahijada.

—El lugar seguro de mamá es la mitad de la barrera, si es a lo que vienes.

Mal tomó el regalo de Evie, su moto y manejó hasta allí, donde Evie miraba los fuegos artificiales, se acercó y se sento junto a ella Evie la miró.

—Feliz navidad, E.

—Gracias. Feliz Navidad M.

—¿Por qué es este tu lugar seguro?— Preguntó.

—Porque es el espacio entre medio de nuestros mundos, o al menos de lo que eran nuestros mundos. Antes de que tu mundo sea ser una primorosa princesita y el mío ser un desastre en tu -

—No eres un desastre ni en mi vida, ni en la de nadie. Eres la mejor madre del mundo, y estoy muy contenta de poder volver a ser madrina.

—¿te gusto? 

—Dile a Santa que puede regalarme un millón de estos.

Evie rió.

—Ten, te pinté esto hace unos meses y tu ahijada dijo que podría dártelo en navidad.

La oji-miel tomó la bolsa y la abrió, sacó el papel donde encontró a ellas de niñas, dibujadas y sobre eso ellas ahora  abrazadas.

—Gracias M.

—¡Feliz navidad tía Evie!.

—Gracias Moors.

—Feliz navidad primo Evan.

—¡Niños!