𝐂apítulo 25: Live Aid

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Estábamos en el ensayo de la banda y la verdad no todo iba como esperábamos.

—Dejémoslo aquí, ¿Sí?,—Propongo y todos acceden.

—Lo siento,—Dice Freddie,—Sueno fatal. Todos ustedes suenan divinos.

—Pasó mucho tiempo,—Brian se encarga de desconectar su guitarra.

—Siento la garganta como la ingle de un buitre,—Freddie seguía culpándose.

—Tenemos una semana,—John trata de hacerlo sentir mejor.—Lo lograremos.

—Lo estamos haciendo bien, Fred,—Trato de ayudar.

—Solo necesitamos descansar, es todo,—Robert se acerca a mi.

—Sí,—Freddie estaba muy serio.

—¿Quieren un trago?,—Pregunta Brian

—Si, hay una taberna muy cerca,—Comenta Roger.

—¿Puedo ir?,—Pregunta John.

—Es muy exclusiva,—Bromea Roger.—Solo con invitación.

—Qué amables,—Dice John sarcásticamente.

—Antes de que se vayan,—Freddie nos llama y nosotros nos acercamos hasta el.—¿Tienen un segundo?.

—Si. ¿Que sucede?,—Pregunto.

—Lo contraje,—Dice Freddie.

—¿Qué?.

—Sida,—Fue como si en ese momento todo el mundo se detuviera, inmediatamente abracé a Roger intentando ocultar mi cara, para que Freddie no pudiera ver qué estaba al borde del llanto porque sabía que eso no lo animaría.

—Quería que se enteraran por mí.

—Fred, lo siento mucho,—Dice Brian.

—Brian, basta.—Freddie lo interrumpe,—No. Por ahora, queda entre nosotros. ¿Sí?, Solo entre nosotros. Por favor, si alguno de ustedes me compadece o lo lamenta, o peor aún, si me fastidia con su compasión, son segundos desperdiciados. Segundos que podrían usarse par hacer música, que es lo que quiero hacer con el tiempo que me queda. No tengo tiempo para ser su víctima, su publicidad contra el sida, su historia aleccionadora. No, yo decido quién soy. Nací para hacer esto y eso haré, soy un músico que le da a la gente lo que quiere. Tocar el cielo. El maldito Freddie Mercury.

—Eres una leyenda, Fred,—Dice Roger.

—Por supuesto que lo soy,—Freddie se acerca a mi separándome de Roger para que el pueda abrazarme,—Todos somos leyendas. Pero tienes razón, soy una leyenda. Ahora permítanme poner en orden mis jodidas cuerdas vocales y haremos un agujero en el techo de ese estadio.

—De hecho, Wembley no tiene techo,—Bromea John.

—Es cierto, no tiene.

—Haremos un agujero en el cielo,—Freddie nos anima y todos se acercan uniéndose al abrazo,—Aunque estén llorando como cuatro bebés, los quiero. Ya, suficiente.

—Si. ¿Un trago?.

—¿O diez?.

El día del Live Aid, 1985

—Estoy ansiosa,—Le digo a Roger mientras esperábamos nuestro turno.

—Lo haremos genial,—Roger me dedica una sonrisa.

—No, por eso no,—Digo y el me mira interrogante,—Le dije a Freddie en donde estaba Jim Hutton, y si todo va como lo espero lo conoceremos hoy.

—¿Jim Hutton?.

—Ya lo verás.

Tocaron la puerta de nuestro camerino, Brian la abre dejandome ver a mi madre, Robert y Francesca.

—Solo queríamos venir a desearles suerte,—Dice Robert abrazándome y después repitiendo la acción con Roger.—Lo harán genial.

Francesca cruza sus dedos en señal de apoyo para después alejarse con Robert dejándome hablar con mi madre.

—Solo quiero decirte que en este momento tu padre se sentiría muy orgulloso de ti,—Dice acomodando mi cabello,—Y yo lo estoy, estoy muy orgullosa de ti, de la persona en la que te has convertido.

—Gracias, mamá,—Digo abrazándola.—Ve con ellos antes de que me hagas llorar.—Digo señalando a Robert y Francesca.—Les apartamos unos asientos especiales, ya verás porque.

Ella deposita un beso en mi frente para después seguir caminando junto con mi hermano y su esposa.

—¿Podemos pasar?,—Freddie me detiene antes de cerrar la puerta del camper.

—Claro,—Digo abriéndola para que el pueda pasar al igual que su acompañante,—Tu debes Jim Hutton.

—Así es,—Dice ofreciéndome su mano en forma de saludo pero yo lo abrazo.

—Es un gusto conocerte,—El me sonríe para después saludar a los demás.

Una vez más tocan la puerta y esta vez fue Jim quien abrió encontrándonos con Mary.

—No creo que puedas ver nada desde aquí, ve con ellos,—Jim se fue con Mary y David.

—¿Que opinan de Jim?.—Pregunta Freddie.

—Es agradable,—Opina Brian.

—Yo digo que es gay,—Bromea Freddie.—Casi es nuestro turno. ¿Estamos listos?, ¿Se sienten bien?.

Nos dieron la señal de que era nuestro turno de salir así que lo hicimos.

—Amber,—Me llama Roger,—Te amo y lo harás genial.

Yo sonrío para después salir al escenario.

Al salir al escenario pude ver en primera fila a mi madre, a Robert y Francesca quienes ya tenían consigo a Jack.

Tocamos algunos de nuestros grandes éxitos, Radio Gaga, Hammer to fall, Crazy Little Think Called Love, y para el final We Will Rock You y We are The Champions dando por finalizada nuestra aparición en el Live Aid.

Al término de nuestra presentación con Roger tomando mi mano me dirigí a dónde estaba mi familia, estaban sentando en una fila primero Robert, Francesca, mi madre, y tres asiento vacíos continuos.
En el asiento a lado de mi madre había una placa y un ramo de flores.

"En memoria de Marck Smith"
Porque muchos de mis logros te los debo a ti. Es difícil seguir la vida sin ti, pero estarás siempre en nuestros corazones y en cada una de mis canciones.

𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐫 𝐐𝐮𝐞𝐞𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora