𝐊𝐢𝐥𝐥𝐞𝐫 𝐐𝐮𝐞𝐞𝐧

𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 17: 𝐃𝐞𝐛𝐞𝐬 𝐜𝐚𝐥𝐦𝐚𝐫𝐭𝐞, 𝐅𝐫𝐞𝐝

—Quiero un barco nuevo,—Dice Roger.—Este es para mí.

—¿Te harás marinero?,—Me burlo.

—Espera. ¿Qué tal este?,—Pregunta señalando el catálogo.

—Es de buen tamaño,—Observo.—No lo sé nunca he comprado un barco.

—¡Todo el mundo aquí arriba!,—Pide Brian poniéndose de pié.

—Vengan,—Alienta Chrissie.

—Gracias a Chrissie, por el entusiasmo.—Dice Brian.

—¿Parejas también?.

—Si. Anda, John.—Apresura,—Todos. No esperaré más.

—¿Bajo?.

—No lo necesitas, arriba. En el último concierto, la multitud cantaba las canciones con nosotros. Fue ensordecedor pero maravilloso. Se están volviendo parte de nuestro grupo.—Explica Brian,—Quiero alentar eso, así que tengo una idea para involucrarlos más. Empecemos con esto.

Brian empieza a golpear el suelo con sus pies asiendo un compás.

—Pisen a este ritmo.—Todos imitamos su acción,—Ahora aplauden en el tercer tiempo. Sin Prenter. Es raro verte sin tu clon.—Le dice Brian a Freddie quien acababa de llegar.

—Es raro verte malhumorado,—Contraataca Fred.

—Generalmente lo soy.

—¿Que ocurre?,—Pregunta Freddie.

—Lo sabrías si fueras puntual.—Dice Roger.

—Soy músico, tesoro, no conductor de tren suizo.—Se burla Freddie.

—Todos aquí somos músicos Fred y llegamos temprano,—Digo.

—Bien, lamento llegar tarde.—Se disculpa Freddie.

—De nuevo.

—Bien. Ahora díganme porque no tocan instrumentos.—Cuestiona Fred.

—Quiero darle a la gente una canción en la que participe.—Explica Brian.—,¿Y que pueden hacer?.

Brian empieza a hacer el ritmo y todos lo seguimos, incluido Freddie.

—Imagínate, a miles de personas haciendo esto al unísono, ¿Y bien?.

—¿Cuál es la letra?.

Pronto en Madison Square Garden estábamos presentando la canción, todos siguiendo el ritmo, era impresionante.

—Gran show, chicos.—Felicita Robert una vez que salimos del escenario.

—Vinieron,—Digo abrazándolo y después a Francesca.

—¿Y como no hacerlo?,—Dice Francesca.—Es una locura.

—¿Y Roger?,—Pregunta Robert.

—Creo que hablando con alguien del Staff,—Miré al rededor y pude ver qué el se acercaba.—¿Porqué?.

—El nos dijo que no podíamos faltar hoy,—Explica Robert.

—Que raro, no me habló nada al respecto.—Digo entonces Roger llega a dónde estamos y saluda a Robert y Francesca. Unos segundos después John y Brian se nos unen,—¿Qué sucede? Me están poniendo nerviosa.

—La razón por la que los cité a todos aquí es porque,—Roger saca una cajita de su chaleco y la abre dejando ver un anillo.—¿Amber, te quieres casar conmigo?.

Francesca sorprendida toma la mano de Robert.

—Si,—Digo casi al instante.

Todos empiezan a aplaudir mientras Roger me abraza y me pone el anillo.