Buscando una salida.

Nuevo inició.

–Ari, Ari me estás escuchando.

–Si Tita– de hecho no lo hacía estaba distraída viendo las nubes y el crepúsculo, parecía que fuera a llover, en fin solo veía todo para analizar y asimilar a lo que me expondría.

Era el quinto instituto del que salía , no es que fuera una mala estudiante, porque de hecho era una de las mejores, es solo que en mis últimos institutos todos eran unos capullos por así decirlo, los profesores eran unos pedófilos que utilizaban cualquier oportunidad para coquetear con las estudiantes, y los adolescentes eran unos completos idiotas en todo el sentido de la palabra que lo único que les importaba era verse bien, impresionar y llevarse  a la cama a cuántas chicas pudiesen.

"Es la etapa más feliz de la vida" me había dicho mi psicóloga, pero yo creo que todo es una mentira, ¿como la etapa dónde desarrolles más inseguridades y dónde todo es una competencia, y te sientas solo e incomprendido podía ser la etapa más feliz de mi vida?. Eran puras patrañas.

–Ari debes intentarlo, es un nuevo inicio, has nuevos amigos y olvídate de todo, es lo mejor– me voltee a verla y no té cómo soltaba un suspiro– no quiero tener que volver a enviarte a....– se interrumpió y no completo la frase.

Y no quería volver había muchos recuerdos en ese lugar, pero no era yo misma o la niña que Tita conocía antes, 6 años habían pasado desde que pasó aquello y sentía que solo vivía por vivir porque, siendo honesta ya no sentía nada, tantas cicatrices, pesadillas, depresiones, paranoias, te terminan destruyendo, y  aunque no me mato es como estar muerta en vida.

–Tita lo intento enserio que lo hago, sé que han pasado años de aquel encuentro con él– me estremecí de solo recordar su sonrisa y su voz.... Esa voz– Pero la niña alegre y efusiva murió ese día y solo hay una cosa en mi cabeza encontrarlo, el se llevó lo más preciado Tita no puedo solo olvidar, es... Es imposible– y era cierto solo cerraba los ojos y él estaba allí con su cuchillo llamándome preciosa, apesar de que Shirle mi psicóloga me había ayudado y había estado en un psiquiátrico, no me sentía del todo recuperada.

Aunque según ella había mejorado bastante, luego que logrará escapar de él, según lo que me dijieron muchos pero sé que no fue así, el me dejo vivir y no se porque, deje hablar por casi 3 años, ese día había gritado tanto era como si también él me hubiera cortado las cuerdas vocales, o eso pensaba yo, logré volver a hablar al cuarto año del incidente, gracias a..... No me gustaba recordarlo, Tita se hizo cargo de mí, era hermana de mi abuela, es la única familia que me queda, ya que según ella mi padre murió, y nunca conocí a mis abuelos.

Tita decidió que era mejor mudarnos para tratar de que yo pudiera recuperarme de todo, así que nos mudamos a Madrid, ya que ella tenía algunos parientes por parte de su difunto esposo.

–Aria se que aún no lo han atrapado pero él no está allí esperando para atacarte además, estamos muy lejos ahora nadie sabe dónde estamos y el Santa Teresa de la fé es un internado muy alejado de todo, se que estarás a salvó solo inténtalo, trata de volver hacer la niña cariñosa, amable y tierna de antes, quizá hasta hagas amigos solo...... Inténtalo, se que estarás a salvó aquí.

Solo asentí y volví mi vista al camino, tenía un objetivo marcado desde hace tiempo y nada ni nadie me lo iban a impedir.

Cerré los ojos y recosté mi cabeza en el respaldo del asiento del auto, sonreí para mis adentros, esto recién empieza.