La verdadera.

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La luz del sol se colaba por mi habitación, podrían ser las 6 o 7, realmente no lo sabía, después de ”haber conocido al director”, regrese y decidí terminar mi libro.

«Sabe el loco que está loco? ¿O los locos son los demás, que se empeñan en convencerle de su sin razón para salvaguardar su existencia de quimeras?»

  Era una muy buena pregunta, sin duda Carlos Ruiz Zafón, sabía escribir, solo que pocas personas entendían su manera de expresarse en sus libros.

¿Acaso estoy loca?, solo fue un sueño, me repetí, aún así no pude dormir, eran tantas preguntas, ¿Quién era esa mujer?, me frote la cara, ¿Significaba algo mi sueños?, Era estresante, Juli todavía dormía tranquilamente, desearía poder dormir así, ¿Por qué todo era tan complicado?, Joder.

Me levanté de mi cama y me dirigí al baño, luego de cepillarme los dientes y de darme una larga ducha me estaba vistiendo, unos vaqueros y una camiseta, sencillo y práctico, como era sábado no tendría que llevar el estúpido uniforme, mi ropa interior pues no era tan sexy, sujetador y bragas negros.

  ¿Cómo se pondría Don perfecto si me viera en ropa interior?, me mordí mi labio inferior mientras me miraba en el espejo , mierda ¿Por qué pensaba esas cosas?.

“Joder ese beso me había afectado”

mientras me vestía decidí dar una vuelta y así desayunar un poco, tal vez iría a la dirección después de todo el director había estudiado con mi Madre, quizás el tenía un anuario, pero, ¿Qué haría con el?, ¿Qué se supone que tengo que buscar?.

Salí de la habitación algunos estudiantes ya estaban despiertos, pero eran pocos ya que era sábado, resumido en dormir hasta tarde.

Caminé por el pasillo, pase por varias habitaciones donde salían chicas bostezando y frotándose los ojos, era obvio que seguían aún dormidas, seguí mi camino y baje las escaleras hasta que llegue a una de las salas, la biblioteca estaba cerrado no abriría hasta el lunes, así que en teoría no tenía nada que hacer.

Gire hacia la derecha y me detuve en seco, mire a mi izquierda, “Ala de chicos”, leí en el cartel, y ¿Si iba a ver a Don perfecto?, rápidamente negué y seguí mi camino, ¿por qué ahora pensaba en ese chico?.

Llegué a la cafetería pedí un sándwich de queso, y un chocolate, me dirigí a una de las mesas y me senté, aspiré el olor del chocolate caliente y cerré mis ojos mientras lleve la taza a mis labios, jodeeeeeer, era una cosa que sinceramente me daba placerer, estaba delicioso, era como tener un orgasmo, ok no, pero enserio estaba delicioso.

Cogí mi sándwich y empecé a comerlo, en eso entro Don perfecto a la cafetería, llevaba pantalones y una camiseta negra, su cabello un poco desordenado, era la primera vez que lo veía sin el uniforme y con el cabello así, no podía mentir se veía bien, observé que pedía un café, en eso el giró y fijo sus ojos en mi, le mantuve la mirada y le dediqué una sonrisa de lado, le hice un saludo con mi mano, me siguió viendo tomo su café y camino hasta mi mesa.

Me levanté rápidamente y recogí lo que había en mi mesa y me fui en la dirección contraría.

–Aria– me llamo Don perfecto, lo ignore y seguí mi camino.–Aria por favor espera.

Puse los ojos en blancos, crucé mis brazos en mi pecho y me di la vuelta, el ya estaba a poco distancia de mi, cuando llegó hacia donde me encontraba su perfume me llegó, olía a jabón y loción de hombre, levanté mi mentón y lo mire fijamente a esos ojos verde oscuros, noté que tenían un toque de  marrón, tenía unas cuántas pecas en su cara, era realmente tierno, pero eso no le quitaba lo atractivo.

–¿Qué quieres?– le pregunté.

–Solo quería darte los buenos días.

Abrí mis ojos sorprendida y confundida.

Se pasó un mano por su cabello–Se que debes de estar molesta conmigo, y tienes razón no debí besarte, lo siento.

¿Acaso estaba en una realidad subalterna y no me había dado cuenta?, Don perfecto disculpándose y reconociendo su error, vaya eso sí que no lo esperaba, me quedé todavía asombrada y callada por primera vez en mi vida.

–Me gustaría empezar de nuevo, bueno creo que es la segunda vez que te lo digo– río, tenía sus manos metidas en sus bolsillos, se lamió el labio inferior, mieeeeerda, baje mi mirada a sus labios estaban un poco húmedos, rápidamente mire a otro lado, seguía en silencio, él observandome.

–¿Qué harás más tarde?– me preguntó después de un rato de silencio.

Recupere mi voz–Creo que eso no es de tu incumbencia– respondí.

–Lo se solo quería invitarte a salir esta tarde, ya que, como eres nueva pensé que te podía enseñar el lugar ¿No crees?.

Baje mi mirada, cerré los ojos, mierda tenía razón levanté la mirada de nuevo hacia esos ojos–Esta bien, pero solo acepto porque me siento asfixiada aquí adentro.

Me regaló una sonrisa de lado–Vaya, te sientes asfixiada.

–Si.

–Es la primera vez que escucho eso, eres diferente, y lo digo en el buen sentido, me gustaría conocerte realmente, a la verdadera Aria.

Lo mire extrañada–¿A qué te refieres?.

–A la verdadera, no a la que muestras, quiero ver que es lo que escondes detrás de la chica mala, grosera y sarcástica, se que debe haber una chica dulce y amigable detrás de toda esa fachada que tienes.

Reí irónicamente–Estas loco Don perfecto, y no me conoces así que no digas idioteces, ¿Chica dulce?, esa nunca existió– le espeto– y si lo hizo ya murió hace mucho, así que ahorrate esas palabritas y estúpido sermón– me estaba empezando a hartar, este chico no tiene límites.

–Tienes razón no te conozco, por eso quiero hacerlo, sé que pasaste por algo grave pero...

–¿! Qué pase por algo grave!?, Quién mierda te crees– lo corte antes de que continúe–para venirme con tus.. tus… estúpidos rollitos o sea lo que quieras probar, ¿Qué mierda te pasa conmigo?, ¿Tienes acaso una puñetera obsesión conmigo?– ya me tenía furiosa, apreté mis puños ambos lados de mi cuerpo, este chico si que sabía hacerme enfurecer.

–Solo..– se frotó la cara– solo ven conmigo a dar una vuelta y te explico todo, es lo único que te pido, por favor.

Me miró suplicante, tenía tantas ganas de golpearlo, de…. De… de… ¿Llorar?, No, no, no yo no puedo Llorar, le di la espalda para calmarme, y recuperar mi respiración regular, tomé una bocanada de aire y la contuve un rato como .e enseñó mi psicóloga, lo solté y voltee a confrontar a Luca.

–En estos momentos lo único que me apetece es desfigurar de un golpe ese rostros de chico bonito, pero no lo haré– hice un pausa– todavía, iré contigo si así me explicas ¿Qué carajos te pasa conmigo?.

El asintió–Te espero en el campo de fútbol después del almuerzo.

–Esta bien– le respondí, dándome la vuelta y saliendo de allí, no creí poder aguantar un segundo más allí, y sabía que si no aceptaba él no me dejaría en paz.

Caminé por el pasillo, conteniendo las lágrimas, no podía llorar, no puedo, no debes sentir, no debes, no debes, los sentimientos son para los débiles–me repetí mentalmente– no puedes sentir, no puedes, tu no eres normal, nunca sentiré, nunca....




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Nota: ¿Que onda gente?. Ya regresé, ¿Me extrañaron? Yo creo que sí.
En fin un besote  lamento la tardanza, (casi un año🙂).
Pero en fin volví ¿No ? Es lo que cuentan.
XD.
No me odien, los amo un beso.

Buscando una salida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora