Buscando una salida.

Hija.

✨✨✨
Nota: Holiii mis amores.
Espero que estén bien.
Okey, les digo que es una escena +18 y habrá alguna que otra escena de violencia así que están advertidos.
Los te quiero mucho ✨

Desconocido.

–¿Cómo que no sabes dónde está?.

–No, no lo sé ella se fue el fin de semana y...y na-na-die sabe dónde fué, ni su compañera.

Cerré mis ojos de la frustración–Te pedí explícitamente que vigilarás cada uno de sus paso en el internado, y dejaste que ella se fuera sin más.

–Yo-yo-yo lo-lo siento no-no no volverá a pasar.

–De eso me encargaré yo–corte antes de que siguiera tartamudeando.

Al parecer todos los que me rodeaban eran unos completos incompetentes, no faltaba mucho para llegar, necesitaba una distracción y ella me la daría.

–Falta 5 minutos para llegar señor– me informo el chófer.

No le respondí, cerré mis ojos, al parecer tendría que ir más pronto de lo que suponía.

Las tres personas que tenía en el internado vigilandola, eran unos completos incompetentes sentimentales, ninguno de ellos tenía idea de dónde estaba....

Aunque la psicóloga podría estar mintiendome, no sería la primera vez que lo hacía, me tenía miedo pero eso no me aseguraba que ella me contará todo lo que sabía o veía.

Sobe mis sienes, ya me estaba dando jaqueca, mis planes tendrían que adelantarse más de lo que hubiera querido.

–Ya llegamos.

Baje sin esperar a que me abriera la puerta, necesitaba esa distracción ahora o me volvería loco.

Entre sin llamar, subí cada uno de los escalones hasta llegar a la habitación, ella estaba de espalda vestida solamente con un albornoz.

–Creí que nunca llegarías.

Sonreí de lado, así no me viera siempre podía sentir mi presencia en un lugar, aún sin yo anunciarme siempre lo hacía.

Aunque era igual a su madre en muchos aspectos, había heredado de mi astucia y ese don para presentir a alguien cerca.

Me acerque a ella hasta estar detrás de su espalda y ella volteo fijando en mí sus ojos, tenía los ojos color miel de su madre.

–Estabas impaciente ¿No pequeña?– le toque el rostro despacio introduciendo mi dedo pulgar en su boca–Chupa.

Lo hizo sin rechistar, con cada lamida podía sentir como mi miembro iba en crecimiento, lo introduje mas adentro hasta que le dió arcadas pero aún así seguí, no sé aparto en ningún momento.

Era una de las cosas que me encantaba de ella ya la tenía totalmente entrenada y siempre me obedecía y complacía.

–Necesito que me distraigas, si lo haces tal vez te complazca.

Ella asintió con la cabeza y le saque el dedo de su boca–Traeme un trago.

Salió deprisa por el, de seguro ya estaba lista para estar dentro de ella, era otra cosa que me gustaba de ella al mínimo contacto mío o tan solo una mirada mía ya estaba lista para recibirme.

Tantos años de práctica y de castigos habían dado resultado.

Entró de nuevo con mi trago en su mano, se lo quite y me lo tomé.

–Quitate eso ahora, y arrodíllate– le exigí.

Lentamente se quitó lo que tenía mirándome fijamente quedando desnuda ante mí.