El cuaderno.

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Aria.

–Ari deberías hablar con Luca ayer estuvo todo el día buscándote, vino mil veces aquí haber si habías regresado.

Voltee mi rostro hacia donde ella estaba–¿ Le dijiste dónde estaba?.

–Claro que no– respondió ella cruzándose de brazos– te prometí que no lo haría.

–Gracias– le respondí, Vi como ponía los ojos en blanco y se daba la vuelta para terminar de arreglar su mochila.

Después del fiasco de la fiesta y de mi conversación con el director necesitaba salir de aquí por aire.

Todo era frustrante necesitaba estar sola, resolver que haría o cuál sería mi siguiente jugada, era obvio que esa nota era para alterarme, y lo logro.

Cubrí mi cara con mi brazo izquierdo, hace como una hora que había llegado. Salí el domingo temprano del internado a un pequeño pueblito que había cerca me quedé en una posada un tanto rústica pero acogedora, la dueña era vieja amiga de Tita y dejo que me hospedara un día.

Había llamado a Tita diciéndole que necesitaba salir porque necesitaba aire, me dio la dirección de la posada y me dirigí allá.

Tuve que caminar un largo rato hasta que paso un camión y me llevo al pueblo de allí tuve que preguntar dónde quedaba la posada y al llegar Doña Lupe, la dueña, me recibió con un beso y un abrazo.

Estuve todo el día con ella visitando y explorando el pueblo, me contó que conoció a mi madre y que solía escaparse con otras chicas y venir al pueblo a comprar y hacer pequeñas travesuras.

Me contó que conocía a Tita desde hace años, tuvo una pequeña niña pero está desapareció a la edad de 17 y nunca supo más de ella, nunca consiguieron un cadáver y aún albergaba la esperanza de que está volviera, sentí lastima por ella me mostró una imagen de esta y me pareció conocerla o tener un parecido con alguien.

Continúo su relato diciéndome que la policía había archivado el caso por falta de pruebas y le dijeron que lo más probable era que había huido, pero ella nunca lo creyó ya que su hija era muy tímida y no tenía amigos o novio.

–El director también pregunto por ti.

Quite mi brazo de mi cara y me apoye con mis codo para ver mejor a Juli–¿El director pregunto por mi?– pregunté confundida y asombrada al mismo tiempo.

–Como lo escuchaste, se presentó después que Lucas se fue, le dije que habías decidido salir por el día de hoy y que volverías mañana.

–No te pregunto ¿a dónde?.

–Pues si de hecho lo hizo, pero le dije que no me habías dicho.

Asentí–¿Sabes es un tanto raro no me dijo por qué te estaba buscando o por qué tenía apuro en buscarte? Y es la primera vez que lo veo así de preocupado o no se actuando algo raro– siguió Juli.

Puse una mueca– Es raro.

–Si, oye Ari con respecto a eso– note como Juli como cambiaba su peso de un pie al otro– Se… se que no te gusta hablar lo que te pasa, pero ¿qué fue lo que pasó en la fiesta?.

Me acomodé mejor en la cama y me senté– Juli no quiero hablar de eso, no entenderías

–Ari mucho menos voy a entender si no me cuentas tal vez si me dices puedo ayudarte.

Me levanté de manera brusca haciéndola retroceder–No tengo porque darte ninguna explicación tu no eres mi amiga ni mucho menos, solo eres mi compañera, así que no finjas que te importo o que en verdad te preocupo y no me hagas reír ¿enserio piensas qué tú me ayudarías? ¿acaso eres psicóloga o psiquiatra?.

Buscando una salida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora