De nuevo.

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Abrí mis ojos y me encontraba recostada en algo, o de hecho en alguien, era extrañó me sentía…mejor, sentía paz, suspiré y cerré de nuevo mis ojos, el viento soplaba, lentamente, se escuchaba el chapoteo de los cisnes, el movimiento del agua, todo estaba tan callado.

–¿Estás bien?.

Abrí de golpe los ojos, y me alejé un poco–Estoy bien– Luca parecía algo extrañado, pero no me importó, me levanté rápidamente y me alejé un poco de él.

–Ari…

–Mas te vale no decirle nada de lo que hay en mi expediente o esto a nadie o te juro que te arrepentirás de haberte cruzado conmigo– lo corté, no tenía ganas de hablar de lo que pasó hace solo media hora.

Yo nunca lloraba, nunca. En las terapias con Shirle, jamás había derramado una lágrima o había mostrado una emoción, siempre me había mantenido neutral, entonces ¿Por qué con él sí?.

–Deberíamos regresar– le dije a Luca dándome la vuelta, tenía su cabeza de lado y sus manos estaban en sus bolsillos.

Asintió, cuando iba a empezar a caminar él habló

– Pero eso no significa que no paso nada hace rato, no me rendiré tan fácil– me detuve en seco– todavía tengo que cumplir mi palabra.

Respiré profundamente y empecé el regreso hacia el internado, en todo el camino ambos nos mantuvimos en silencio, varias veces note que Luca me observa, pero para ser honesta no me sentía muy bien para decirle algo o fastidiarlo.

–Iras a la fiesta ¿Cierto?–pregunto Don perfecto cuando ya estábamos a pocos metros del castillo, rompiendo así el silencio.

–Si– fue lo único que contesté.

–Me gustaría que vinieras conmigo.

Solté una gran carcajada, él me miró extrañada.

–¿Me estás invitando a una cita?, No te confundas amigo, no soy tu novia.

–Lo se, pero igual me gustaría que fueras conmigo o por lo menos que me acompañarás.

–Si, yo creo que no, lo que…–trague saliva–sabes y  pasó no significa que voy a cambiar, asi que bájate de esa nube.

El sonrió de lado–No me importa, será interesante– lo mire confundida, ya habíamos llegado al castillo, me guiñó un ojo y se desvío, hacía el otro lado del internado.

Me quedé un rato allí, pensando lo que había dicho Luca, negué con la cabeza y entre al castillo, Don perfecto no se metería en mi cabeza, no lo negare, me sentí muy bien con Luca, pero nunca se lo diría o se lo haría saber.

  Primero necesitaba respuestas y nadie me desviaría de mi objetivo, descubriría quién es el asesino de mi madre, encontraría como sea las respuestas.

Las personas hacen cosas desesperadas cuando se sienten en tensión o estresadas, yo todavía no había llegado a ese punto, era paciente, es mejor pensar con la cabeza fría, las decisiones desesperadas no iban conmigo, ya que estás siempre tarde o temprano hay algo o existe algo que sale mal.

Caminé por el pasillo, algunos estudiantes estaban hablando o paseando, había un pequeño grupo donde estaban algunos discutiendo no se que de unas luces, supongo que de la fiesta, giré y subí las escaleras que llevaban al ala de chicas, me detuve un segundo y sonreí recordando lo que había pasado hace varios días allí, debajo de esta.

Buscando una salida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora