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había pasado una semana desde la pequeña escena en el baño, el lobo de jeongin parecía estar muy enojado con su humano por lo cual ahora, rasguñaba su pecho apropósito, hasta que seungmin propuso el ir a la heladería.

se sentía muy ansioso y el menor no entendía el por qué, hasta ha llegado a pensar que su lobo sufre de bipolaridad, de verdad no lo comprendía aunque pusiera su esfuerzo en ello.

-jeongin, ¿estás bien?

-eh... sí.

-hueles raro.

el omega levantó los hombros restándole importancia a las palabras de su amigo y cuando vio a changbin cogiendo las llaves, abrió la puerta de su hogar para salir. decir que estaba ansioso le quedaba corto, prácticamente él llevaba la delantera en el camino.

lo que no se esperaba es que al llegar no encontrara ese delicioso olor a mora lo cual solo le hizo gruñir y volver a ponerse de mal humor. jeongin bufó en su lugar, llevó a la vista al mostrador y al no ver al beta, hizo que su lobo se entristeciera un poco y a este punto, el humano ya no entendía a su lobo, cambiaba de emociones muy rápido.

-uh, parece que hoy no está hyunjin.

-¿quién es él?

jeongin escuchaba vagamente la conversación hasta que el sonido de la puerta al abrirse en donde se hacían los helados, llegó a sus oídos haciéndole mirar a la izquierda y encontrándose con el bonito beta cargando un pote de helado.

ahora su lobo estaba entre feliz y extrañado, ¿dónde estaba el aroma de su alfa? jeongin solo no le entendía, sentir a su lobo gruñir y chillar le estaba estresando demasiado porque no lograba comprenderlo. al menos la bonita sonrisa del beta le hizo sentir mejor.

-innie, ¿quieres de nuevo helado de mora?

-no. -respondió rápido.-no quiero nada de mora en mi vida.

hyunjin sintió su pecho oprimirse ante las palabras del omega que hasta su lobo bajó las orejas triste, por aquella declaración. jeongin odiaba su aroma, por eso estuvo gruñendo y frunciendo el ceño todo este tiempo.

oh, pero la verdad es que el menor solo dijo eso para castigar a su lobo que siempre quería más de ese aroma, no iba a negar que a él también le gustaba, pero su lobo parecía inquietarse demasiado con eso, ya era hora de controlarlo.

la mirada del omega cayó en la de hyunjin, este se veía perdido y hasta decaído lo cual solo le causó un remordimiento dentro suyo, su lobo también chilló preocupado.

-oye... ¿estás bien?

el bonito beta asintió y le sonrió achicando esos profundos ojos oscuros, pero claramente no se veía sincero. jeongin no insistió más y le pidió un helado de fresa.

los dos omegas y el alfa, se sentaron en unas de las mesas, seungmin y changbin eran los que más hablaban porque jeongin solo estaba dentro de su cabeza ignorándolos y no solo a ellos, también a su tonto lobo.

la campanita del local se escuchó y una bonita omega entró con una sonrisa y su uniforme de trabajo puesto. toda felicidad se fue al ver a su mejor amigo en ese estado. aprovechó que no había nadie a quien atender y le abrazó liberando inconscientemente un poco de feromonas para tratar de calmarlo, pero eso ya ni funcionaba.

jeongin soltó un gruñido más fuerte de los que siempre hacía, llamando la atención de algunas personas y sorprendiendo a sus amigos.

-¿innie? -dijo confundido su hermano.

seungmin lo miró en silencio y siguió la mirada del menor, levantó una ceja al notarlo con el ceño fruncido y con la mandíbula tensa. el omega se paró de la mesa y cuando changbin iba a detenerlo, kim le tomó del brazo negando.

ice cream; hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora