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── ¡Doyoung, despierta! ¡Vas a llegar tarde al colegio! ── exclamó Dohee mientras movía frenéticamente a su hijo que todavía estaba noqueado por el sueño.
── Cinco minutos más... ── balbuceó mientras se tapaba su rostro de la luz que provenía del bombillo de su habitación
── Nada de cinco minutos más, ya la comida se va a enfriar... Te preparé panqueques ── habló con una sonrisa haciendo que el pelinegro se levantará de la cama rápidamente.
── El uniforme está planchado y colgando en la puerta del closet ── parló señalando dicha vestimenta haciendo que el pelinegro volteara a verla.
── Está bien.
Luego de arreglarse y comer se fue solo hacia su nuevo colegio. El camino fue corto ya que su apartamento quedaba sumamente cerca de su destino.
Al llegar se adentró al edificio en busca de Nakamoto para ver si lo encontraba o tenía que esperar en la puerta. Lo encontró en la puerta de su salón mirando hacia todas partes.
── ¡Hola! ── saludó el pelinegro mirando al rubio con una sonrisa.
── ¡Hola! ¿Cómo estás? ── dijo con una linda sonrisa.
── Muy bien ¿Y tú?
── Muy bien.
Luego de unos minutos sonó la campana para indicar que empezarían las clases en ese momento.
Los dos por suerte les tocaba en el mismo salón. Doyoung estaba feliz por eso, a él no se le daba bien socializar, a pesar de que cuando era niño se le hacía muy fácil.
No sabe en qué momento desde sus siete a sus dieciséis cambió tanto y ya le daba hasta pánico hablar con los demás cuando antes era más que natural para él entablar conversación con un desconocido.
La clase pasó con normalidad y aburrimiento, a pesar de cambiar de colegio y ciudad parecía que los colegios no cambiaban esa misma aura aburrida y monótona.
── ¡Hola! ¿Cómo se llaman? ── escucharon los dos para luego ver a un hermoso chico pelirrojo con una radiante sonrisa.
── Nakamoto Yuta, un gusto ── dijo el rubio con una pequeña sonrisa mientras que Doyoung se quedó pensando en lo familiar que se le hacía el rostro del pelirrojo.
── Yo soy Kim Doyoung ── dijo con nerviosismo mientras sonreía.
── ¡Yo sé quién eres! ── exclamó él pelirrojo con una gran sonrisa.
── ¿Sí?
── Tú eras el lindo niño que siempre estaba con Jaehyun ── dijo con una sonrisa emocionada mientras tocaba el brazo del pelinegro.
── ¿Tú eras ese niño que siempre pasaba mucho tiempo en el parque e ibas casi todos los días?
── Que rara manera de describirse tienen ustedes ── interrumpió Yuta con una sonrisa divertida.
── ¿Y como nos describirías tú? ── preguntó Doyoung cruzándose de brazos.
── El chico de cabello rojo mechero y el niño de sonrisa de conejo ── dijo con una sonrisa y los otros hicieron caras de disgusto y el pelinegro arrugó su nariz.
── Es mejor como nos describimos nosotros ── habló Taeyong con una sonrisa brillante y Doyoung asintió con la cabeza.
Luego legó otro chico hacia ellos que se llamaba Kun, un chico lindo chino con el cabello de color plateado, a hablar con ellos.
Luego de un rato Doyoung se fijó en un chico castaño que estaba cerca de ellos junto a otro chico alto. Se le hacía demasiado familiar el rostro del otro.
── Doyoung ── llamó Yuta a Doyoung mientras pasaba su mano frente al otro.
── ¿Qué pasó? ── preguntó sorprendido volteando a ver a los otros.
── Se te van a salir los ojos para ver más de cerca a ese chico ── le dijo burlonamente en un tono de voz alto señalando hacia el chico castaño.
Su comentario causó que el chico castaño y su acompañante dirigieran sus miradas hacia ellos ocasionando que las mejillas de Doyoung se tornara de un ligero color carmín.
El pelinegro en un momento se fue hacia el baño y en los lavabos se encontró con el chico castaño al cual estaba mirando con anterioridad.
── Hola ── lo saludó el castaño cuando vio que el pelinegro salió del cubículo.
── Hola ── dijo con nerviosismo mientras se dirigia al lavabo.
── ¿Cómo te llamas?
── Kim Dongyoung, pero me dicen Doyoung ¿Y tú? ── preguntó mientras disminuía un poco us nervios.
── Jung Jaehyun, un gusto ── dijo con una media sonrisa que hizo que en el estómago del pelinegro aparecieran varias mariposas revoloteando en este.
── ¿Cuántos años tienes?
── Quince ¿Y tú? ── preguntó mientras se secaba sus manos con su pantalón.
── Dieciséis.
Luego de salir del baño Doyoung quedó con su duda aclarada y una sonrisa estúpida en su rostro.
Nota de autora:
Hola~
No he estado activa estos días porque estoy muerta de tareas y no he tenido tiempo.
