O3

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Doyoung había llegado de la escuela gracias al transporte y directamente había empezado a hacer su tarea para poder salir un rato al patio de la casa o al parque que estaba en la urbanización. Le gustaba mucho salir.

Pasó una hora haciendo sus simples y fáciles tareas, no necesitó ayuda ya que sabía perfectamente que hacer en cada asignatura. Él era muy inteligente y el mismo lo sabía.

Al terminar todo se fue a almorzar con su madre ya que lo había llamado, al llegar se sentó junto a ella y empezó a comer su bibimbap recién hecho disfrutando cada bocado que comía. Su madre era una gran cocinera y eso el pequeño lo sabía.

Cuando terminó de comer luego de unos minutos se fue al lavadero a lavar el plato y los cubiertos que había usado con anterioridad.

── ¡Mamá! ¿Puedo salir a jugar? ── le preguntó Doyoung a su madre mientras secaba sus manitos en su pantalón.

── No, pero si quieres puedes ir a ver televisión en el cuarto si terminaste de hacer tu tarea ── dijo con una sonrisa mientras lavaba su plato también.

── Está bien ── dijo con una pequeña mueca. No le gustaba mucho la idea, pero no podía hacer más.

Se fue hacía su habitación rápidamente y se puso a ver alguna serie que estuvieran pasando, al final se decidió por los Looney Tunes.

Después de un rato cayó en un sueño un poco profundo ya que estaba un poco cansadito al despertarse muy temprano ya que su escuela quedaba un poco lejos de la casa.

De un momento a otro Doyoung sintió que alguien lo estaba moviendo de un lado a otro con gran rapidez. Al abrir sus ojos se encontró con el pequeño castaño agarrándolo del brazo y moviéndolo velozmente.

── ¿Qué pasó? ── preguntó sentándose de golpe y volteando alarmado hacia Jaehyun.

── Vamos a salir a jugar ── le ordenó con una sonrisa mientras lo halaba del brazo para que se bajara de la cama.

── No ── habló con su semblante serio. Su madre le había dicho que no, y no, es no.

── ¿Por qué no? ── preguntó moviendo su brazo.

── No quiero.

── Pero vamos ── dijo el menor halándolo más de su bracito.

── No quiero ── parló y quitó su muñeca del agarre del castaño.

── Pero tú eres mío y me tienes que obedecer ── chilló pisando fuertemente.

── No, yo no soy tuyo y no voy a salir contigo ── dijo volviendo a sentarse en la cama.

Y como si esas palabras hubieran apretado un botón en Jaehyun, este empezó a llorar fuertemente, a hacer un berrinche como estaba acostumbrado a hacer cuando no tenía lo que quería y Doyoung quedó sin saber que hacer y se acercó a el menor e intentó abrazarlo para que se calmara al menos un poco, pero este lo apartó empujándolo.

Luego de un momento llegó la nana de Jaehyun al escuchar el llanto del castaño.

── ¿Qué pasó? ── preguntó la mayor al llegar a la habitación y ver al menor de todos sentado en el piso llorando fuertemente y el pelinegro mirarlo con desespero y sin saber que hacer.

── Él es malo, no quiere jugar conmigo ── dijo Jaehyun señalando al pelinegro mientras no paraba de llorar.

── Jaehyun, mejor vamos a jugar nosotros afuera. Si el no quiere no lo tienes que obligar.

── ¡No! ── chilló con un puchero llorando más fuerte que antes.

De repente apareció Dohee al escucharlos cuando fue al baño que estaba cerca de su baño que era el asignado para los empleados y al ver la escena se acercó hacia su hijo.

── Jaehyun, vamos ── demandó la nana cargando al pequeño castaño.

Cuando los otros dos se fueron ella se puso a mirar su hijo de forma amenazante.

── Yo no le hice nada ── dijo Doyoung con desespero.

── ¿Y por qué estaba llorando? ── preguntó pellizcando el brazo de Doyoung

── Porque le dije que no quería salir a jugar con él afuera porque tú me dijiste que no podía salir ── chilló el pequeño con la voz quebrada mientras se agarraba el brazo lastimado.

Luego de eso ella cayó en cuenta de que Doyoung no tenía la culpa y cambió su mirada.

── No puedes hacer que llore, después no me dejarán que estés aquí y no sé con quien te podría dejar.

── ¿Y qué hago? ── inquirió confundido.

── Obedécelo, no dejes que se queje de ti para que te puedas quedar.

── Está bien ── dijo en un pequeño susurro que su madre a dirás penas pudo escuchar con la mirada baja mirando a sus piecitos que se movían con un poco de nerviosismo.

Y al él decir eso su madre se fue de ahí para ir al baño y el pelinegro se puso a dormir otra vez ya que no tenía nada que hacer.

El pequeño ya no sabía ni que hacer porque no puede contradecir a su madre ya que lo pellizca, pero tampoco a Jaehyun ya que no se podría quedar más ahí y si ellos se contradecían él no podía hacer nada sin que no hubiera una consecuencia por ello.

Doll ── JaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora