Le había dicho a Yuta que se vieran en la casa de éste luego de rechazar las propuestas de Taeyong para que salieran y de Jaehyun para ir a su departamento, el japonés le dijo que sí y se fue de una vez a su casa.
──¿Para qué querías venir? ¿No estabas muy ocupado saliendo con Taeyong y Jaehyun? ──preguntó el otro con falsa indignación, pero cuando notó la expresión decaída del menor cambió su expresión a una curiosa. ── ¿Qué pasa, Dodo?
──¿Serás sincero y me dirás lo que piensas aún si sabes que me dolerá en el alma? ──preguntó recostándose más en el sofá en el que estaba sentado al lado de Yuta.
──Claro, estoy preparado para romper tu autoestima.
──Perfecto... Bueno, todo este problema empieza conmigo siendo un estúpido hormonal, más caliente que el motor de una gandola, y es que me acosté con Jaehyun y no sólo una vez, sino muchas, demasiadas, a decir verdad. Pero todo se convierte verdaderamente en un problema cuando Taeyong me dice que le gusto, lo besé porque me dijo que le diera un beso cómo regalo de cumpleaños... Después de ahí el me empieza a invitar a salir y más, pero ayer me acosté con él. Siento que sólo juego con sus sentimientos porque de verdad no me gusta, intento que me atraiga y lo único que logro es deprimirme por no poder lograrlo. O sea, es que llegó al punto de estar un día con Jaehyun y al otro con Taeyong sabiendo que le gusto a Tae, y eso me hace sentir horrible ──se desahogó sintiendo cómo se volvía a crear un nudo en su garganta pensando en lo malo que estaba siendo.
──¿Qué? ──preguntó con los ojos sumamente abiertos debido a la sorpresa. ──Dodo, fuiste un estúpido, no te lo voy a negar, pero lo que tienes que hacer ahora es hablar con ellos, o al menos con Taeyong que es quien está enamorado de ti. No te sientas mal por no corresponder sus sentimientos, tú no decides de quién te enamoras y de quién no... Simplemente habla con él y dile que no te gusta.
──Está bien... ¿Cuándo será el día en el que yo te ayude con tus problemas y no al revés?
──Cuando tenga alguno, porque mi querido Dodo no hago nada cómo para tenerlos ──dijo con una sonrisa acariciando la cabeza del azabache cómo si fuera un perrito.
En ese momento Doyoung se encontraba en la casa de Taeyong con éste con sus piernas recostadas sobre las suyas viendo Cómo entrenar a tu dragón por decisión del mayor.
Estaba sumamente nervioso porque cuando terminara la película le diría que no le gustaba y que no quería lastimarlo, asumiendo que probablemente ahí acabaría su amistad.
Al terminar la película dirigió su vista hacia el pelirrojo que estaba sumamente sonriente y brillante ese día, eso no le facilitaba las cosas para nada.
Se acercó un poco más hacia Taeyong y éste besó sus labios empezando con un rápido vaivén al cuál el azabache no se negó saboreando el delicioso y envolvente sabor a cereza que tenían los labios del mayor.
Agarró el rostro del pelirrojo y éste se sentó en su regazo colocando sus piernas a cada lado del menor.
¿Por qué? Eso era lo único que pensaba en ese momento ¿Por qué le era tan difícil negarse si su mente y corazón le decían que no lo hiciera? ¿Por qué seguía con ese juego que tanto odiaba? No lo sabía y tampoco lo sabría, y mucho menos teniendo el etéreo cuerpo del mayor retorciéndose de placer debajo del suyo... En serio no sabía por qué estaba ahí si cuando acababa todo sólo tenía ganas de llorar.
Llegó a su casa con una expresión de derrota absoluta, con la tristeza casi palpable a su al rededor y su madre obviamente lo notó y más cuando se acercó a la habitación del menor escuchándolo sollozar a pesar de que la puerta estuviera cerrada.
──Doie ¿Qué ocurre? ──preguntó Dohee al entrar a la habitación con notable tristeza en su voz, su hijo estaba llorando a cántaros y ella no sabía por qué.
──Mamá, soy mala persona, soy muy malo... Me siento horrible ──lloró aún con su rostro en su almohada y su madre se sentó al borde de la cama acariciando la espalda de su hijo con cuidado.
──Claro que no, tú eres un chico muy bueno, tienes que saberlo. En serio lo eres.
──Una buena persona no juega con los sentimientos de los demás ──dijo quitando su almohada de su cara para ver el rostro triste de su mamá.
──Doie, aún así no eres mala persona, alguien que verdaderamente es malo no se pone a llorar por hacer sufrir a alguien. Tú eres un chico demasiado bueno, no deberías sentirte así ──el nudo en su garganta empezaba a doler mientras sus ojos brillaban anunciando que próximamente saldrían lágrimas de éstos.
──Pero aún así no le puedo decir que no me gusta, cada vez que intento no me sale y termino confundiéndolo.
Escucharon la puerta del departamento ser tocada con cuidado y Dohee fue a abrirla encontrando al pequeño Jeno ahí.
──¿Puedo jugar con Dodo? ──preguntó el pequeño con una linda sonrisa.
──Creo que hoy no tiene ánimos, está muy triste ──explicó la señora y Jeno entró rápidamente al departamento guiado por unos sollozos para ir a dónde estaba Doyoung.
──Dodo hyung ¿Por qué está triste? ──preguntó el infante colocándose delante del mayor quién se sentó seguidamente de ver a Jeno.
──Es que no me siento bien ──dijo limpiando sus lágrimas con el dorso de sus manos.
──¡Oh no! ¿Le duele algo? ──inquirió mientras Doyoung lo sentaba en sus piernas.
──No, no me duele nada.
──Entonces ¿Por qué llora?
──Porque soy una mala persona ──soltó haciendo que el niño dirigiera su vista hacia él.
──Claro que no, usted es mi héroe ──parló el menor abrazando el cuerpo del azabache.
Doyoung no dijo nada más y se dispuso a abrazar el pequeño cuerpo de Jeno. Sinceramente no sabía que necesitaba tanto ese abrazo hasta que sintió los pequeños bracitos del menor intentando envolver su cuerpo.
Tal vez él no era tan malo cómo pensaba.
Cuándo Jeno se fue, Dohee se dirigió al cuarto de su hijo para hablar con él de algo que ya había pensado mucho.
──Doie, necesito decirte algo.
──¿Qué cosa? ──preguntó curioso dirigiendo toda su atención hacia su madre.
──Quiero que nos mudemos a Busan ──espetó con rapidez haciendo que la sorpresa empezara a aparecer en el rostro de su hijo.
──¿Qué? ¿Por qué? ──las preguntas no tenían un tono de reproche, simplemente de curiosidad.
──Me ofrecieron ser la chef de cocina en la sucursal de Busan y no quiero rechazar la oportunidad... ¿Qué dices?
──Acepta el trabajo, mamá, es tu sueño, yo nunca te diría que no ──dijo aún sorprendido por tal noticia.
──Viste, eres un chico muy bueno. Te amo. ──habló dejando un beso en la sien de su hijo y éste simplemente sonrió y abrazó a su madre.
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Doll ── Jaedo
Fanfiction𝐌| ❝ ── ¡Papá! Cómprame algo. ── ¿Qué quieres? ── A él ❞ Inicio: 8 - 03 - 2021