Capítulo 40 "Boda express"

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Capítulo 40 "Boda express"

El día de San Valentín...

Abro los ojos con pesadez, y miro por la ventana. A pesar de que hace sol, los árboles sacudiéndose me indican que hace viento, pero todos mis sentidos se centran en una sola cosa cuando mis ojos captan un destello de color rojo.

La cama está cubierta de pétalos de rosa.

Por el rabillo del ojo capto un pequeño papel rosa, doblado por la mitad. Lo sujeto entre mis dedos, y lo abro. 

Con recortes de letras de revistas, aparece una frase ante mis ojos.

...En pétalos de aquellas rosas grababa tus iniciales y las mías antes de partir.

Le doy la vuelta al papel, y leo lo que pone.

Sigue los pétalos de rosa. -K

Una sonrisa aflora en mi rostro, y me levanto de un salto, y descubro que el suelo también tiene pétalos de rosas. Capto un pétalo de rosa, que tiene algo escrito a rotulador negro.

Me agacho y, de cuclillas sobre el suelo, observo el pétalo de rosa.

HK.

Nuestras iniciales, pienso notando como mi sonrisa se ensancha más por momentos.

Me levanto y empiezo a caminar con los pies descalzos, sintiendo la textura de las rosas con la planta de mis pies, hasta que me percato que el rastro de flores me lleva al salón, donde hay un DVD sobre la mesa con una nota rosa pegada sobre la cubierta.

Cojo el DVD y leo la nota con una sonrisa imborrable en el rostro.

Mírame, sé que te gustará, dice la nota. Abro el DVD y coloco el CD en mi portatil, para poder ver lo que hay en su interior.

 El video empieza a reproducirse y recuerdo ese momento de nuestras vidas.

 –Hemos ganado. –declaro sacándole la lengua y Kylan esboza una sonrisa, se levanta del suelo y de repente me coge por las piernas, poniéndome sobre su hombro como si fuese alguna especie de saco de patatas. –¡Kylan! –grito. –¡Tengo tu culo en mi cara! Esto no es gracioso. –exclamo arrugando la nariz y le doy palmadas en el culo.

–No, no. Tu cara está en mi culo. –dice mientras empieza a girar sobre sí mismo, provocando que me empiece a marear.

–¡Claudia! ¡Ayudame! –grito buscando ayuda de Claudia, pero lo único que hace es coger la video cámara y comenzar a grabarnos. 

–¿Te ha llegado mi pequeña venganza? –me pregunta quedándose quieto y yo esbozo una sonrisa vengativa.

–Tú da más vueltas y verás que rica mi venganza. –sé que acaba de poner cara de asco porque la risa de Claudia aumenta y porque mis pies tocan el suelo. –Así me gustas. –digo con una sonrisa y se queda mirándome. –¿Qué? –pregunto sin darme cuenta de que pasa.

–H-has dicho... –empieza a tartamudear. 

–Calla Kylan, ya lo verá en el video. –dice Claudia moviendo las cejas sucesivamente.

 Esbozo una sonrisa, y cojo de nuevo el DVD, dándole la vuelta, y observo que tiene pegada una segunda nota.

¿Recuerdas este momento? Fue la primera vez que admitiste que te morías por mí.  -K.

No puedo evitar reírme mientras niego con la cabeza y me levanto del sofá, apagando anteriormente el portátil. Miro hacia la puerta y otro rastro de rosas acaba en ella. Me acerco arrastrando los pies y la abro, colocándome antes un abrigo negro que se encuentra colgado al lado de la entrada, y los pétalos de rosa siguen en el rellano, acabando en la puerta del ascensor.

Mi compañero de piso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora