Epílogo

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Holly le onduló el último mechón rubio y los envolvió en un moño desordenado a la altura de su cuello, sujetando el moño con varias horquillas, dejando algunos mechones sueltos. Se colocó frente a Claudia y le peinó los mechones de su flequillo de lado, y los sujetó con otra horquilla más, pero esta tenía una pequeña mariposa azul.

–¿Qué falta? –preguntó Claudia, quien se llevó una mano a la boca y Holly se la golpeó.

–Algo viejo, creo –susurró justo cuando apareció Kylan con una pulsera de plata entre sus manos. Le dedicó un casto beso a Holly y le colocó la pulsera de plata a Claudia.

–Era de nuestra abuela, ya estás lista, Alec se está poniendo nervioso. –Dijo Kylan y Holly le fulminó con la mirada, ya que lo único que había conseguido fue poner más nerviosa a Claudia.

–¡Le falta el velo! –exclamó Holly y corrió para colocárselo con cuidado en el moño y la miró de arriba abajo–, estás deslumbrante. –Dijo con una gran sonrisa en su rostro.

–¿Y mi ramo de amapolas azules? ¡¿Dónde está?! –preguntó con las mejillas sonrojadas por los nervios. Holly miró a Kylan y éste se encogió de hombros.

–¡Yo lo tengo! –exclamó Dani.

–Serás… –susurró Holly y cogió a Dani en brazos y Kylan le cogió el ramo y se lo entregó a Claudia.

–Vete ya antes de que nos demos cuenta de que falta algo. –Dijo Kylan y Claudia se levantó el vestido, mostrando unas converses viejas negras, y empezó a alejarse.

–¿Dónde dejaste a Mason? –preguntó Holly inclinándose sobre Kylan para apoyar su cabeza en su pecho, estaba agotada.

–Con tus padres, supongo que lo traerán cuando vengan a la boda. –Dijo besándole la frente a Holly y Dani protestó.

–Bájame, quiero jugar con Akron –pidió el pequeño.

–¿Akron está aquí? –preguntó Holly abriendo los ojos como platos mientras dejaba en el suelo a su hermano, quien salió corriendo como si no hubiese mañana.

–Ehh… –susurró Kylan con dulzura envolviendo a su esposa entre sus brazos–, esposa mía, cálmate.

Holly se ruborizó y Kylan dejó escapar una pequeña carcajada.

–Nunca te vas a cansar de decir “esposa mia” ¿verdad? –preguntó Holly mirándole a sus ojos azules y él negó.

–Nunca me voy a cansar de ti. –Susurró para luego besar a Holly–. Ni de Mason, que sacó mis ojos. –Dijo con gran orgullo que tocó la fibra sensible de Holly.

–Espero que no haya sacado tus dotes de ligar –comentó Holly entre risas.

–Si no tuviese yo esas dotes, no habría intentado ligar con una chica que ya estaba pillada. –Dijo Kylan sonriendo.

–Tampoco lo hiciste muy bien…

–No mientas, todavía te pones nerviosa cuando estoy muy cerca de ti –susurró en el oído de Holly provocando que los pelos de su nuca se erizasen, y de repente escucharon la música sonar.

–Vamos, soy la dama de honor, no  me puedo perder esto –Dijo Holly emocionada.

–Espera, tienes algo aquí… –dijo Kylan cogiéndola del brazo y tirando hacia él, para estampar sus labios sobre los de su esposa–, ahora tienes el pintalabios mal, quédate para arreglártelo… –susurró con picardía.

–Kylan… –protestó Holly, sabiendo que no podría resistirse.

–Ellos ni se darán cuenta de que nos ausentamos… ¿20 minutos? –dijo enarcando ambas cejas.

–Eres mi ruina. –Susurró Holly y se fundieron en un beso cargado de promesas.

Hola chicos y chicas, aquí el epílogo, espero que os guste, y como estoy editando la historia, no os estrañeis por leerlo en pasado y tercera persona. 

BESOS

Os espera una sorpresa en un rato, estad atentos...

Att: Andreea.

Mi compañero de piso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora