Capítulo 11 "Tú y yo, Nosotros"

214K 6.9K 476
                                    

Capítulo 11 “Tú y yo, Nosotros”

Miro atónita al doctor, luego paso mi mirada al chico que está fuera, con el pelo ligeramente alborotado y ojeras bajo sus ojos azules, vuelvo mi mirada hacia el doctor.

–¿Cómo sabe eso? –le pregunto con un temblor en el labio inferior temiendo que sea a través de un análisis, porque, si es así, es 100% seguro.

–Por un análisis que le hemos hecho. –dice con una sonrisa las palabras tabú.

–Madre mía… –suspiro tapándome la cara con ambas manos y reprimiendo un sollozo.

–¿No es una buena noticia para su novio y para usted? –me pregunta confuso.

–No… No es mi novio. –fuerzo una sonrisa y vuelvo a fijar mi mirada en el chico que espera fuera, caminando de un lado a otro, nervioso.

–Oh, perdone por la confusión. –se disculpa.

–¿Y cuál es la mala? –pregunto y llevo una uña a mi boca para empezar a mordisquearla.

–He mirado su historial y tenía cáncer de hígado. –asiento pasando a la siguiente uña.

–Pero era un tumor pequeño, había encogido, por eso dejé de venir a la quimio. –explico.

–Estoy al tanto… ¿Puedo tutearla, señorita Brandon? –asiento. –Tu tumor, Holly, por desgracia a aumentado su tamaño, y debo preguntarte si hiciste algo perjudicial para tu hígado. –paso a la siguiente uña antes de hablar, estropeándome la manicura.

–Dos días, tal vez, haya tomado alcohol. –digo con la respiración agitada.

–Necesito que te relajes, Holly. –intento calmar mis respiraciones. –Temo decirte que deberás volver a quimioterapia. –me informa y mi boca se entre abre ligeramente.

–¿Qué? No. –empiezo a negar con la cabeza.

–Aunque eso mataría al feto. –frunzo mis labios.

–Quiero tener al bebé. –me cruzo de brazos, teniendo entre manos la escusa perfecta para no volver a quimio. Dije que no volvería, y no lo haré.

–Pero Holly… –niego.

–¿Podría sobrevivir 9 meses sin quimio? –pregunto con curiosidad.

–Sí, con la medicación adecuada… –vuelvo a negar interrumpiéndole.

–Nada de medicación perjudicial para mi bebé. –enarco una ceja esperando una nueva respuesta más satisfactoria.

–Podría ser… Pero no es la opción más adecuada, ni la mejor. Piensa en tus padres, en tus amigos… Te perderían mucho antes de lo marcado por culpa de un bebé, que todavía no está formado. –por mi mente pasa la imagen de mi madre, con su perfecta hilera de dientes, luego mi padre, con su cabezonería, tal cual a la mía, luego Claudia, tan fuerte por fuera y tan débil por dentro… y tan mi mejor amiga, y por último la imagen de un chico despeinado con ojeras bajo sus ojos azules irrumpe en mis pensamientos. Mi compañero de piso, el chico que siempre aparece en mis pensamientos.

–¿Usted, siendo médico, está a favor del aborto? Le recuerdo que cuantas más vidas haya, más tendrá usted para comer. –es cierto lo que dicen que cuando estás embarazada, tienes las hormonas ligeramente revolucionadas.

–Estoy a favor de salvar vidas, como la tuya. –me replica.

–Mira, seamos sinceros al cien por cien, soy un efecto colateral, yo… he llegado a esta edad gracias a quimioterapia y a medicación. Y créeme, a eso no se le puede llamar vida, es más bien una especie de supervivencia, y no por ti misma, si no por no dañar a las personas que te rodean. ¿Cuánto me queda? ¿Dos años, quizás tres? –pregunto. –Así que perdona, sí, perdona por querer vivir una vida, todos nos merecemos vivir una vida, sea corta o larga. –le miro, esperando su respuesta.

Mi compañero de piso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora