Capítulo 37 "Ojo por ojo"

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Capítulo 37 "Ojo por ojo"

Me despierto por causa de un leve dolor en mi labio inferior, y me llevo la mano hacia él de forma inconsciente. Me vuelvo a dejar caer en la cama, y observo que no me encuentro sola, si no que un chico, que se encuentra tumbado de espaldas, me hace compañía con la espalda completamente descubierta.

Un flash inunda todos mis sentidos, recordando ese día que también me encontré en esta situación, y las comisuras de mis labios se elevan formando una pequeña sonrisa. Mi mano acaricia mi abultado estómago, y cierro los ojos, intentando percibirla. O percibirle.

–¿Qué haces aquí? –pregunto después de unos segundos de silencio, pero solo recibo un gruñido en forma de respuesta.

Una idea se me viene a la mente, y esbozo una sonrisa. Me levanto de la cama de un salto, intentado, ahora, no despertarle, y camino de puntillas.

«Un paso… Dos pasos… Tres pasos…»

Me quedo quieta cuando llego a mi objetivo, y le observo en silencio. En el transcurso de mis pasos hasta su lado de la cama, se había dado la vuelta y ahora se encuentra boca arriba, con el torso desnudo. Percibo un pequeño tatuaje en su costilla izquierda que no había visto antes.

Me acerco un poco más para poder ver bien su tatuaje, pero cuando lo hago, mi pelo cae en cascada, con tal mala suerte de que le cae a Kylan en el rostro.

–¿Contemplando mi cuerpo? Creía que ya te habías memorizado hasta el último de mis tatuajes. –dice con voz ronca, y yo, de forma torpe, doy tres pasos hacia atrás, pero antes de poder alejarme más, Kylan me agarra de la mano derecha y tira de mí, hasta que acabo sobre su cuerpo, respirando su mismo aire.

–Te iba a despertar… –susurro con incomodidad, y noto como su pecho vibra bajo mi pecho cuando se ríe.

–Por mucho que pase el tiempo, siempre te pondrás nerviosa en mi presencia. –afirma mirándome con una leve sonrisa.

–Tonto. –digo incorporándome y dándole un puñetazo en su pecho.

–No te me escaparás –dice en tono grave, más grave de lo normal, y me vuelve a coger, esta vez por la cintura y me tira hacia atrás. Debido a la sorpresa, suelto un pequeño gritito, que luego se convierte en una sonora carcajada, mientras acaricio el brazo de Kylan que se encuentra rodeando mi cintura.

–¿Qué pasa aquí? –pregunta Alec entrando de golpe en la habitación. Su pelo está enmarañado, tiene los ojos rojos, y unas tremendas ojeras moradas bajo sus ojos.

–¿Alec? ¿Has dormido algo? –pregunto, mirándole ceñuda.

–Sí, vosotros dos creo que no. –dice, para luego cerrar la puerta.

«¿Nosotros no? ¿Qué habrá querido decir con eso?»

–Por si te lo preguntas, y sé que te lo preguntas... No ha pasado nada que tú no quisieras. –dice, y yo me limito a asentir.

–Deberíamos ir a desayunar –susurro en un hilo de voz, y noto como el brazo de Kylan me suelta, y me permite levantarme de la cama. Me coloco unas zapatillas y arrastro mis pies hacia la cocina.

Antes de llegar a la cocina, me encuentro con todo el salón hecho un desastre. En el sofá se encuentra Claudia, con los pies colgando, y durmiendo. Alec está en el otro lado del sofá, bebiendo de una taza, mientras mira la tele, que está apagada.

–¿En que piensas? –Alec pestañea, por lo que sé que me ha escuchado, pero no pronuncia respuesta–. Alec... –susurro su nombre.

–Tiene novio. –susurra en voz baja.

Mi compañero de piso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora