Mi compañero de piso.

Capítulo 23 "3 meses... Nieve"

Capítulo 23 "3 meses... Nieve"

Kylan me miró con una sonrisa en el rostro, había estado saludando a la gente que estaba aquí, bajo la lluvia por él. Pero ahora me tocaba a mí. Caminó hacia mí con su sonrisa resplandeciente, y posó sus manos en mis caderas para atraerme hacia él, después de que solo unos pocos centímetros nos separasen, él depositó un beso sobre mi frente. El agua caía sin cesar, cada vez se hacía más y más fuerte, pero aunque todo el mundo acabó metiéndose en sus coches y saliendo de ahí, incluida Claudia con Luke, nosotros seguíamos debajo de la fría lluvia, dejando que nos calase hasta nuestros huesos, me había quedado prendada de su mirada, controladora, segura y a la vez cálida. No podía apartarme de él, pues en ese preciso instante nadie existía, solo nosotros dos. Sin inconvenientes, sin contras, todo resultó perfecto en ese preciso instante.

Hasta que mi móvil rompió ese momento. Me había llegado un mensaje, y cuando lo leí a regañadientes, todo cambió. Empecé a notar como el agua mojaba mi cuerpo y éste empezó a temblar. También noté que no había nadie a nuestro alrededor, noté como mi estómago se contraía, como un gran nudo se formaba en mi garganta. Y en ese preciso instante, mis pies respondieron con temor y salieron corriendo como si no hubiese mañana. Kylan, desconcertado, me siguió, sin saber por qué razón había huido.

***

Entramos en casa y el calor del hogar impacta en mi rostro, pero todavía no me sentía bien. Miro a Kylan, tiene una mirada apagada y cuando la fija en mí, se convierte en una mirada de preocupación.

Me mordisqueo el labio, recordando.

FLASHBACK

Mis pies no pararon, seguían corriendo, esquivando personas que corrían a refugiarse de la lluvia, y esquivando coches. Sabía que Kylan me seguía de cerca, pues noté como me agarraba del brazo y tiraba de mí, para luego abrazarme con fuerza.

–Holly, tranquila –susurró Kylan–, estoy aquí. –las lágrimas fluían por mis mejillas sin cesar.

Sabía que la tranquilidad no era posible para mí, no después de ese mensaje. No podía mirar a Kylan a los ojos, y eso me mataba por dentro, no podía elevar la mirada y susurrarle que me habían mandado algo. Algo que no era precisamente bueno.

–Lo siento –dije fría–, vayamos a casa. –y entonces mis pies volvieron a caminar, y no le volví a mirar a los ojos.

FIN DEL FLASHBACK

–Kylan. –susurro con un ligero temblor en los labios. Antes de poder seguir hablando noto como sus labios se funden con los míos y noto como quiere saber el porqué de mi actitud.

Es un beso fugaz, que no dura el tiempo necesario para yo volver a sentirme en casa.

–¿Qué ocurre, Holly? –niego con la cabeza.

–Tengo sueño, buenas noches. –susurro y empiezo a alejarme.

–Pero si todavía son las cinco de la tarde... –no escucho más palabras de sus labios, pues cierro la puerta de mi habitación y me dejo caer en la cama, sumida por Morfeo.

El sol se cuela entre las cortinas y yo emito un gruñido cuando abro los ojos. Me pongo un cojín sobre la cara y vuelvo a cerrar los ojos, para seguir durmiendo, pero la música de mi móvil me distrae.

Un mensaje.

Otro más de la misma persona.

«¿Quién eres? –pregunto en el mensaje y espero a que me responda–»