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-Este año trabajaremos la escritura de cada uno de ustedes. Veremos distintos temas que podrán abordar, métodos de escritura y herramientas. Al finalizar el año, deberán de presentar un texto, relato, poesía, cuento corto, etc. - explica el profesor canoso de literatura -Ese será mi método de evaluación. Y no crean que por lo poco que les estoy pidiendo, seré muy flexible con la nota final. Seré muy estricto con cada punto. 

Al finalizar la charla del profesor, el timbre sonó. Eso significa que debo seguir mi recorrido por los pasillos del colegio hasta la cafetería.

-¿Sientes eso Didi...? Es el aroma del último año encerrada en este aburrido lugar- inhala con fuerza y exhala como suspiro. Yo la imito.

-Solo huelo a café y frituras

Buscamos las dos juntas una bandeja cada una con un poco de alimento y nos ubicamos para comer en la misma mesa desde hace 6 años. En la pequeña mesa redonda bajo el viejo sauce con otros dos banquitos vacíos, se puede ver lo inmenso que es el Private School Pen and Sword y que las cuotas de puros números altos no están mal gastadas.

Aún no hace el frío de otoño. Me quito la campera de mangas finas con el logo del colegio y destapar la botella de agua para darle un sorbo.

-¿Sabes Didi...? En estos meses de vacaciones me he dado cuenta de que somos las sobras del curso. 

-No somos basura, Janeth. - la nombro con su nombre completo.

Janeth es mi mejor amiga desde que entré a este lugar. El primer día de clases en nuestro primer año, vi a una niña de melena negra con rasgos asiáticos, llorando en un rincón sola. Como mi instinto por cuidar de los demás estaba a flor de piel, me acerqué a ella e intente consolarla. Me contó que hacía unas horas sus padres se habían divorciado y que temía que se olvidaran de ella. Mucho yo no sabía del tema en ese entonces, así que dí lo mejor de mi y me pasé todo el día a su lado. Para terminar la semana ya éramos mejores amigas.

-No me refiero a eso. Para basura ya están las matemáticas y Raúl. 

-¡¡Oye!! A mi me gustan las matemáticas y sirven para todo. - le reproché -No me gusta hablar así de los demás, pero acosar a una chica si que te hace ser una basura. No entiendo porque lo dejan venir aún. 

-Porque nadie le cree, amiga. Además el tipo puso grandes millones a la institución para que no dañen su "figura pública". - su rostro de desagrado lo dice todo.

-En fin. Lo que quiero decir es que nadie nos invita a una fiesta, nos habla o sale con nosotras. Somos las sobras del curso y a nadie le gustan las sobras. 

-Jane, sabes perfectamente que hace un año que salgo con Dylan. - le mando un bocado a mi ensalada de frutas.

Dylan es mi novio desde hace un año. Me propuso ser su novia al final de un partido en el que me ha dedicado cada puntaje que hizo. Al principio no entendía como una chica como yo, lejos de ser una rubia ojos claros y con curvas que desesperan, podría haber enamorado a aquel jugador rubio de ojos azules. Supongo que no es siempre como pasan en las películas, a veces la chica castaña de ojos marrones con 1,65 de altura también puede hechizar al galán.

Es divertido, atento, cariñoso y muy hermoso. Sabe cómo hacerme sentir bien cuando lo necesito. Pero, últimamente, se ha estado comportando muy distante y algo seco conmigo, y no sé la razón. Me he estado carcomiendo la cabeza para saber qué fue lo que dije o hice mal para que actuara de esa manera conmigo. Ojalá pudiera hablar de esto con alguien. Sobre todo con mi mejor amiga. Pero quiero guardarlo hasta encontrar la razón, puede que sea solo una tontería y me esté haciendo la super cabeza.

Las Estrellas Como TestigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora