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-Pudo ser la hermana o la madre. - dice lo siguiente solo para consolarme.

Eso mismo pensé y aún me lo sigo pensando. Pero sé perfectamente que esa voz no es de ninguna de las dos. Esa voz es de una sola mujer. Una mujer que no es para nada de mi agrado.

-No, Jane - apenas suelto con un hilo de voz. -Era la voz de Samantha. 

Jane abre los ojos como platos tras haber salido de mi boca semejante acusación. No le habría dicho nada a nadie porque, como dijo mi mejor amiga, podría haber sido la hermana o la madre quien atendió el teléfono de su casa, pero como no fue así, me siento muy mal y necesitaba decírselo a alguien.

Hoy tengo una cara de disgusto enorme, sobre todo porque la pregunta: ¿Que hacía Samantha en casa de mi novio a esas horas? no me deja un rato en paz. En todas las clases no llegué a concentrarme del todo como lo hago siempre.

Dylan no ha asistido hoy a la escuela, vaya a saber porque. Samantha no se acercó en ningún momento a decirme algo o incluso dirigirme una mirada. Eso es más que obvio. Dylan no está aquí a mi lado, lo cual, no tiene motivos para estar metiendo su hocico.

-¿Crees que se dio cuenta de que fuiste tu quien llamó? - pregunta Jane cuando llegamos a la hora del almuerzo.

-¿Dylan o Samantha? 

-¿Tu que crees? 

-Yo creo que Samantha no, ella no conoce mi número. Dylan puede que sí, pero a la vez no, porque no me ha devuelto la llamada. Siempre que lo llamo y no atiende, me devuelve la llamada o un mensaje. 

-Nadie debería hacer daño a ese corazón tan bueno que tienes, amiga. Así que... - su mirada me trae una mala espina.

-Así que ¿Qué? - levanto una ceja.

-Dile que el sábado no podrás acompañarlo a la fiesta. Inventate una buena excusa. - aún sigo sin entender. -Pero en realidad si iremos, y veremos si el infeliz te está engañando con la perra de Samantha. 

-No se si...- no me parece buena idea.

-No sé, mi culo. Tú te vienes conmigo, Diana. Y no me digas que no lo has pensado, por qué en tu mirada se nota bastante. 


No me gusta mentirle a las personas, mucho menos a las que amo. Pero Jane tiene razón, debo averiguar si me está engañando con alguien más. Sí, es más fácil ir y preguntarle a Dylan que carajos hacía con ella, puede que me diga que solo fue un malentendido, pero también está la posibilidad de que me mienta con alguna excusa patética. Y conociéndome muy bien, sabe que lo perdonaré, porque yo hago de todo por las personas que amo. Aunque...el amor que siento ahora por Dylan, no es tan fuerte como creía que era.

-No quiero ser una de esas novias celosas. - Eso también. No quiero ser la típica novia que se la pasa vigilando a su novio a cada momento del día.

-No lo serás. Solo veremos qué hace y listo. - me muestra una sonrisa cínica. Seguro que disfruta de todo esto. No por ser mala amiga, si no porque a ella nunca le gustó Dylan como mi novio. -A demás...¿Qué clase de novio va a una fiesta mientras su novia tiene un resfriado super fuerte? -

-Yo no teng...- Ya entendí.

-Exacto. Uno que te engaña. 

(...)

"Uno que te engaña."

Palabras que no han dejado de ir y venir por mi mente. Nunca imaginé que llegaría a desconfiar de la persona que amo. Tampoco me ha dado motivos para hacerlo (hasta ahora). ¿Alguna vez él habrá desconfiado de mí?. No suelo juntarme con otros chicos sola, solamente con mi padre que convive en mi casa. Sí he tenido juntas con los amigos de Dylan, pero él siempre ha estado presente conmigo. Nunca le di verdaderos motivos para que se sintiera desconfiado.

Las Estrellas Como TestigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora