(Diana)
El receso de navidad ya ha comenzado el día de ayer. Mentiría si dijera que no estoy emocionada por ir a la granja del abuelo Wilson. Sin embargo, antes de partir debo comprar un par de cosas para regalar el día de navidad.
Los días se pasaron volando al igual que las hojas de otoño. Las veredas y calles de la ciudad están cubiertas de mantos blancos helados. Cada vez nieva un poco más, y ver tanta nieve dispersa me dan ganas de hacer muñecos de nieve y ángeles junto a Adrien. Pero salir mucho tiempo con el clima que está haciendo, sería fatal para él. Nos conformamos con tomar chocolates calientes y leer juntos.
Recuerdo haber venido a este negocio cuando tuve que comprar el vestido para la cena del Hospital. Al lado había un negocio de antigüedades, y cierto artefacto me había llamado la atención. Compruebo si aún sigue en la vidriera. Mi sonrisa lo verifica.
Unas campanillas suenan al abrir la puerta. La calefacción del local ambienta mis manos heladas y me obliga a quitarme la bufanda. El lugar posee una especie de ambiente vintage pero con un poco de polvo en algunos artefactos antiguos como máquinas de escribir, jarrones muy delicados, algunas pinturas, entre otros.
-Buenos días, señorita -habla un señor de estatura pequeña con apariencia de tener los mismos años que sus objetos. -¿Qué la trae por aquí?
-Buenos días, señor. Ando interesada en ese objeto. -señalo a la vidriera.
El anciano se acerca a la vidriera a su paso y tiempo. Lentamente toma el objeto y se lo lleva consigo hacia el mostrador donde se encontraba anteriormente.
-Veamos...-se ajusta las gafas. -Es una walkman tps l2 ebay. Tiene tiempo aquí, al parecer eres la primera persona en interesarse.
-Supongo que es lo que busco. ¿Viene con algunos cassettes?
-Oh si. Solo deme un segundo, los había dejado por aquí.
El señor empieza a buscar con la mirada a todos lados. Unos minutos después encuentra una caja con polvo que se encontraba a pocos metros de él.
-Aquí están.
-Genial. Me llevaré las dos cosas.
-Por supuesto. ¿Los envuelvo en papel de regalo? -pregunta mientras saca un par de bolsas colorinchas con temática navideña.
-Si, por favor.
Luego de terminar de empaquetar todo, me dice el precio y prosigo a pagar.
-Aquí tiene su cambio, señorita. -me entrega unos billetes.
-Guárdeselo, señor. -comento mientras me envuelvo nuevamente en mi bufanda.
-Oh, señorita. No se haga problema por este viejo, guárdese lo que es suyo. -insiste.
-En unos días será navidad, acéptelo como un regalo. - y es verdad. Sé que hubo negocios que no han vendido mucho en esta temporada y algunos debieron de cerrar.
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Las Estrellas Como Testigos
RomansaSupongo que el amor de nuestras vidas aparece de la manera menos pensada y se va de la manera más dolorosa posible. Si no duele tanto, es por qué no fue tan importante como creíamos. Mi única obsesión era aprender a salvar vidas. Pero desde el día e...