Armando se bajo del ascensor al llegar al piso deseado, Gustabo de igual manera bajó, pero aun estaba desconcertado con aquella amenaza.
Armando se detuvo en la puerta, sentía como las manos le temblaban, introdujo la llave y abrió la puerta lentamente, sentía la presión de tener a su espalda a Gustabo, al respirar le llego el olor a alcohol, siguió caminado, al llegar a la sala y comedor vio las botellas de vino, whisky y cervezas por todo el lugar.
—¿Cuántas veces debo decirte que no entres como si fuera tu... Armando? — Jack sintió como su corazón se aceleró al ver a Armando frente de él.
Armando al escuchar la voz de Jack se quedó paralizado en su lugar, —olvide avisarte que vendría por mis cosas— los dos se miraron, pero Armando bajo rápidamente la mirada — claro, si es que aún lo las has tirado a la basura— miro discretamente a Gustabo.
—Es tu casa también— Jack se hizo a un lado y dejo que Armando caminara hacia el cuarto que habían compartido.
Armando se apresuró para entrar al cuarto, cerro los ojos al estar en el cuarto, se apresuro a buscar su ropa y cosas que había dejado. Las empezó a empacar en la misma maleta que las había llevado.
Sintió que alguien lo observaba y miro hacia el marco de la puerta.
Jack estaba de brazos cruzados recargado en el marco. La camisa blanca la tenia arremangada, los pantalones que llevaba eran estilo militar color negro. —¿Realmente te iras? — le pregunto a Armando, sin entrar al cuarto por completo.
Armando lo miró embelesado y tardo en contestar, —si— cerro la maleta —es lo mejor —.
—¿Para quién? — preguntó Jack
—Para el sujeto que está afuera— bajó la maleta de la cama y lo miró, —no soy la persona mas indicada de decirlo, pero, ten cuidado con él...— tomó la maleta e intento salir del cuarto, pero Jack no lo dejó salir.
—¿Esperas que te deje ir tan fácilmente? — Jack se acerco al rostro de Armando
Armando giro su rostro, —¿vas a arrestarme o a matarme? Lo que tengas que hacer hazlo— lo miro a los ojos — yo ya he perdido—.
Jack lo agarro fuertemente del brazo —No estoy hablando de eso, aunque quisiera hacer alguna de esas dos cosas, nunca podría— respiro profundamente, —porque lo haces tan difícil— su agarre fue disminuyendo —aunque hiciera algo contra ti, eso no me regresará a mi familia— Jack lo soltó por completo.
Armando miro al suelo, —todo en esta vida se paga y yo obtendré mi merecido— Armando salió del cuarto triste, vio que aquel hombre rubio se encontraba levantando las botellas vacías.
—Sobre la plática en el elevador, espero que tú también estés preparado—advirtió Gustabo
Armando sonrió y le guiño un ojo.
******
Armando se encontraba en la oficina del taller cuando recibió la llamada del Calavera, se masajeo el tabique de la nariz, contesto la llamada.
—¿Qué ha pasado? — preguntó, —no me digas que hay que secuestrar a otro policía— armando puso los ojos en blanco —el tema es que no podemos matar cada que tengamos oportunidad a un madero— intentó que el sujeto de la llamada razonara, —¿crees que el superintendente y su gente no sabe quienes somos?, no podemos arriesgar la vida de nuestros integrantes—.
La llamada se extendió, pero no sirvió de nada. Colgó y salió de la oficina algo malhumorado. Se acerco a Yun y le dijo que contactara con los chicos y que se verían en tres horas en la mansión. Armando se cambió de ropa y salió en su coche.
ESTÁS LEYENDO
Broken Memories
RomansaEl amor en ocasiones siempre se debería guardar en los mas profundo de nuestro ser.