Broken Memories

Hints of love and a broken heart

Jack no había podido dormir los últimos días, había creado una amistad con los nuevos sujetos que habían llegado a la ciudad, estar con ellos le hacia que no pensara tanto en la situación que estaba viviendo con Armando, aunque lo extrañaba y quería llamarlo, su orgullo no lo dejaba.

También había decidido que no iría al departamento por ahora, su mal humor se había elevado a extremos insospechados, se la pasaba gritando y maldiciendo a todos, también se había dado cuenta que pasar tiempo con Gustabo no le desagradaba.

—¿Estas ordenando por mí? — pregunto Jack al joven que tenia enfrente

—Pedí para ti, pero no puedes beber demasiado, Horacio y yo no lo llevaremos a casa— dice Gustabo; mientas el mesero deja las botellas en la mesa.

Empezaron a beber tranquilamente, mientras charlaban, la música del bar sonaba suavemente de fondo. Jack bebió de un trago la bebida, los otros dos tomaban tranquilamente, pero Jack no podía hacerlo.

—Super, creo que ya ha bebido suficiente— el joven alto llamado Horacio detiene la mano de Jack antes de que vuelva agarrar la botella de alcohol, —lo llevaremos a casa, en ese estado no puede manejar— Horacio le ayuda a levantarse siendo su apoyo para que Jack pudiera caminar.

Es difícil fingir que todo va bien, está tan borracho que ni siquiera puede caminar, — no estoy borracho gilipollas— dice mientras aleja a Horacio — estoy bien—.

Le duele la cabeza, después de todo anoche bebió demasiado alcohol y tiene que prepararse para entrar de servicio, se levanta lentamente, toma la toalla que esta colgada en el armario y se mete a la ducha, se pone su típica ropa de servicio y se dirige a la comisaria.

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Armando había recibido una llamada de Freddy pidiéndole ayuda con algunos asuntos, así que habían quedado en un lugar donde nadie los molestara.

—¿Así que te han echado de esa organización? — inquirió Armando

—No a ese grado, solo me han dado unas vacaciones, pero necesito dinero— contesto Freddy observando a su amigo.

—Dime tu numero de cuenta para depositarte lo que necesitas— saco su celular para apuntar la cuenta — y si necesitas trabajo, sabes que siempre eres bienvenido en el taller—.

—Joder, Armando... tampoco es para que me tengas lastima y me des tu dinero—

—Venga hombre, el dinero va y viene, vamos a un banco— Armando se subió al Coquette y Freddy a su Comet.

Al llegar al banco Armando le transfirió 15 mil dólares a la cuenta de su amigo, —si necesitas más, dímelo—.

—Te los pagaré—

—No es necesario, si hay algo en que pueda ayudarte lo hare sin esperar nada a cambio — Armando le sonríe dándole un golpecito en la espalda.

Volvieron al lugar donde estaban con anterioridad y siguieron hablando de los planes a futuro donde se ayudarían mutuamente.

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Gustabo se había sentido bien últimamente, ya tenían un mes viviendo en Los Santos junto con su mejor amigo, habían empezado como simples basureros, también habían conocido a nuevas personas con las que se la pasaba de maravilla.

Se sentía feliz al haber conocido a Segismundo y Pablito, que eran los mas cercanos a ellos, aunque en ocasiones hacia cosas que a cualquier persona le asustaría, por causas del destino; por una amenaza había conocido al superintendente Conway.