¿Por qué coño había besado a Armando? Sabía que este chico tenía algún tipo de enamoramiento hacia él, había notado las miradas fugaces de Armando y aunque era un chico bien parecido, no sentía amor hacia él, pero entonces por que tuvo que besarlo... lo lógico era que Armando se lanzara a robarle el beso, pero había sido él, el beso fue muy bueno pero supo gobernar las sensaciones que había sentido en ese momento, nunca había besado a un chico, pero en cuanto veía a Armando solo quería someterlo.
La semana siguiente hizo lo que pudo para poder ignorarlo, si hubiera sabido que después de eso no volvería a verlo, las cosas hubieran sido distintas. La ausencia de Armando era notoria, él era del tipo que hacía amigos fácilmente y aunque a veces tuviera problemas a la hora de expresarse siempre era muy ameno el estar con él. Era extraño no verlo y escuchar esa risa particular que tenía.
Termino la universidad con honores y con la mitad de sus compañeros de clases, había escuchado que Emilio se regresaría a México, en todo ese tiempo ninguno había recibido noticias de Armando parecía que se lo hubiese tragado la tierra.
Jack había tomado la decisión de entrar a las fuerzas armadas, su inglés era fluido y no tendría problemas en entrar en el ejercito de los Estados Unidos. Sabía que sería duro, pero era algo que podría manejar, su abuelo había sido General de Ejercito 1, conmemorado a veterano de guerra, toda su juventud había servido para mantener la paz e integridad del país, aunque el síndrome postraumático que vivió fue horrible, se aislaba de la gente, no lograba dormir y siempre recordaba algún conflicto de guerra, una vez intento dispararle a un coreano que vivía en ese barrio, dos semanas después de eso, murió solo.
Jack se encontraba frente a la Armed Forces, fue directo a las oficinas que se encontraban alineadas, se acercó a la de Fuerzas Especiales (SEALs), el sargento que estaba tenia una cara de pocos amigos, Jack le entrego algunos documentos.
—Jack Conway, ¿Qué te interesa hacer en el ejercito? —
—Nunca he disparado un arma, pero me interesan las operaciones especiales, me gustaría servir en esa rama, mi intención es ser un SEAL. —
—¿SEAL? Eso es duro, muchos dejan a la mitad ese sueño de pertenecer a los SEALs, la formación básica empieza con el buceo y demolición submarina, menos del diez por ciento se califica para continuar. —cuando escucho lo duro que seria y el modo en que los instructores operarían, sabia que para superar el entrenamiento había que ser un verdadero hijo de puta.
Todos vestían camisetas, uniformes de camuflaje, el instructor gritaba con su voz profunda, le encantaba esa sensación, la cantidad de flexiones era una barbaridad, todos los que se encontraban ahí estaban doblegados y tal vez desanimados, los demás instructores llegaron con mangueras a mojarles el rostro, uno levanto la vista y recibió un manguerazo en toda la cara.
En un año ya se había unido a la Armada, muchos dejaron el entrenamiento, la verdad era demasiado duro, Jack lo odiaba y maldecía... pero le encantaba. Antes de convertirse en un miembro de los SEAL tuvo que superar los procesos de formación, empezando por el entrenamiento básico en demolición submarina, la practica de combate sin armas.
Jack comenzó a caminar por el sendero hasta el puesto de mando, tenia cumplido los 26 años. Entró y frente de un escritorio se encontraba un tipo que le hizo el registro y lo acompañó hasta el lugar de hospedaje.
—Esta será tu cama, mantenla siempre arreglada y tus cosas deben estar en orden, los sargentos o instructores revisan que todo se mantenga perfecto y en el lugar indicado, si no sabes le preguntas a tus compañeros. — el tipo salió del lugar sin decirle más, la cama estaba bien arreglada cuando escucho las voces de personas acercarse.
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Broken Memories
RomanceEl amor en ocasiones siempre se debería guardar en los mas profundo de nuestro ser.