Armando ni siquiera se despidió de los demás miembros de The Union, estaba cansado y procesando todo lo ocurrido, llego a su casa, era mas de media noche. Se adentro a su cuarto y cerró la puerta con seguro.
Encendió el tocadiscos de vinilo, ni si quiera le importo que en el cuarto de alado se encontraba completamente dormido Ginés, puso un acetato de Beethoven Symphony No. 9.
Se quito el sombrero de pescador y el pasamontaña negro, los dejo sobre la cama, busco entre su armario algo de ropa, al entrar al baño, vio su reflejo en el espejo. Mientras se observaba recordó el día que su padre le regalo el tocadiscos, ese día se había enojado bastante con él, "¿Cómo me regalas algo tan viejo?" esas palabras resonaron en lo mas profundo de su ser.
Sintió un nudo en la garganta al recordar ese momento, era demasiado joven para entender el significado de cada regalo que su padre le había dado. Se desvistió lentamente hasta quedar desnudo.
Mientras escuchaba la sinfonía, abrió la regadera y regulo la temperatura del agua.
Cuando sintió el agua caer sobre su cabeza y cuerpo, alzo su rostro hacia el techo, sus ojos estaban cerrados, sintiendo las gotas del agua en todo su cuerpo. Sentía su espíritu quebrantado y corrompido, había jurado no convertirse como su padre, pero al final había sido inevitable.
Las lágrimas cayeron por su rostro, había matado a gente por un objetivo que no lo beneficiaba, pero en ocasiones sentía la satisfacción al hacerlo, desde pequeño siempre tuvo lo que deseaba, pero cuando su madre se fue del hogar, todo había cambiado para Armando.
Aunque su padre le daba todo, siempre le hizo falta el amor maternal que todos los niños necesitan, y tal vez por eso le dolía tanto el tener que dejar a Jack a un lado, el recuerdo de la familia de Jack lo seguían atormentando.
Golpeo la pared de mármol lastimándose la mano, pero no le importó, cerro la regadera. Mientras el agua escurría por su cuerpo, tomó una decisión.
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En la mañana Armando se asomo al cuarto de alado, Ginés estaba sentado en la cama, los dos se observaron y sonrieron, —ayer llegue demasiado tarde, espero no haberte despertado— Armando entro al cuarto. Ginés movió la cabeza.
—Quiero que conozcas a alguien, creo que los dos se llevaran muy bien— Armando puso una mano en el hombro de Ginés, Ginés lo miro extrañado, —no pienses mal, es un gran amigo— le sonrió.
Los dos salieron de casa, pasaron frente a comisaria, algunos policías estaban vestidos de uniforme fúnebre y soltó una pequeña risa, siguió su camino hasta llegar al taller, los dos bajaron del auto. —Esperaremos aquí—.
Algunos de los mecánicos ya conocían a Ginés y lo saludaban, Armando vio entrar un Comet blanco, —ya está aquí— tomo la mano de Ginés, "¿porque me siento tan nervioso?" pensó.
Freddy bajo de su auto y observo detenidamente aquella escena, casi atragantándose —oíste, ¿es tu hijo perdido? — Armando y él comenzaron a reírse.
—Me cago en...— Armando solo respiro lentamente, —es el niño del que te había platicado, esta viviendo conmigo, por ahora— dijo observando de reojo a Ginés
—oíste Armando, no sabía que te gustaran los menores de edad— Freddy empezó a reírse, hasta que sintió el golpe de Armando.
—Serás cabrón— no entendía por qué seguían siendo amigos, —se llama Ginés, Ginés el es Freddy mi mejor amigo, por desgracia— los tres se rieron.
Freddy se acerco hasta Ginés y le extendió la mano, —mucho gusto— se inclinó hasta estar a la altura del niño y le acaricio el cabello —si mi hijo(a) viviera serias su amigo, así como este estafador y yo— Freddy de nuevo sintió el golpe de Armando
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Broken Memories
RomanceEl amor en ocasiones siempre se debería guardar en los mas profundo de nuestro ser.