Al día siguiente Armando se había levantado temprano para hacer un pequeño desayuno, termino de hacerlo y fue al cuarto, entre las sabanas estaba Jack, quien dormía plácidamente. Lo movió delicadamente hasta despertarlo, le sonrió y le dio un pequeño beso en los labios.
Armando lo miro a los ojos, Jack era realmente lo que había estado buscando durante años, paso las puntas de sus dedos sobre las cejas de Jack, dándole un pequeño masaje para que se relajara. Había intentado hablarle a Jack sobre lo que había hecho con su familia y aunque el no hubiese matado a nadie, había sido cómplice del delito.
Jack abrazo fuertemente a Armando y apoyó su cabeza en su pecho, sintió un suave beso en su cabello, se levantó de la cama y fueron al comedor a desayunar.
— Olvide hacer huevos — dice Armando mirando los platos que contienen arroz blanco, salchichas, pan tostado y carne.
— Pero si son tus favoritos — sonríe Jack ante el doble sentido que ha dicho.
— Bastardo, — Armando golpea con su pie la pierna de Jack debajo de la mesa y continuó maldiciendo sobre él, — la próxima vez no hare ni una mierda— toma un sorbo de jugo de naranja mirándolo con una pequeña sonrisa.
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Jack paso sus dedos sobre su cabello, ya estaban a mitad de enero y había notado un cambio en Armando, ya no llegaba a dormir al departamento y se la pasaba currando desde que amanecía hasta anochecer o eso le hacía creer.
Mientras patrullaba junto con Volkov, le habían llegado alertas de sujetos haciendo el gilipollas en los basureros, se dieron una vuelta por allí, pero todo estaba calmado.
Regresaron a la comisaria y en la recepción había como doce sujetos metiendo quejas, pasó de ellos y entró a su oficina, le envió un mensaje a Armando.
[Hace dos semanas que no he sabido nada de ti, he ido al taller y has estado evitándome. ¿Qué coño pasa contigo?]
Espero una contestación, pero no hubo nada; así que fue al taller junto con Volkov, salió de la patrulla y dio un vistazo a los trabajadores, pero no había rastro de Armando, fue hacia donde se encontraba Aitzol y le preguntó; pero le dijo que Armando se había ido desde el mediodía.
Se preocupo un poco, pero trato de mantener la calma, sabía que había una organización que ya le estaba trayendo problemas, pero era imposible que supieran de la relación que mantenía con Armando. Sintió su teléfono vibrar y sonar, lo revisó y era un mensaje de Armando.
[Todo está bien, mucho trabajo. ¿Estás bien?]
Jack frunció el ceño, pero no le contesto, siguieron patrullando como de costumbre, metiendo multas y arrestando a gente, al final del día se fue directo al departamento con la esperanza de ver a Armando.
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Armando se había sentido abrumado últimamente, su estado de ánimo estaba por los suelos, se había obligado a no ver a Jack por algunos días; para ser precisos desde que había recibido un mensaje del calavera, el plan que habían estado formulando algunos meses atrás al parecer lo harían en unas cuantas semanas más.
La investigación que tenia de los dos agentes que atacarían ya estaba completa solo faltaba el golpe final. Respiro profundamente mientras veía a todos reunidos en esa mansión, su celular vibro y vio que era un mensaje de Jack que tardo en contestar.
Quería ver a Jack y estar con él, pero por el momento hasta que hicieran el trabajo lo mejor era mantener las distancias, al terminar la reunión Armando se cambió de ropa y fue al departamento. Estacionó el automóvil en el parking, pero no se atrevió a entrar. Seguía dándole vueltas al tema o como poder abordarlo, pero veía lagunas en cada una de las explicaciones. Y justamente ahora tendría que cargar con otra culpa, no quería lastimar más a Jack.
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Broken Memories
RomanceEl amor en ocasiones siempre se debería guardar en los mas profundo de nuestro ser.