YOU ARE TOXIC

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Gustabo observo como seguía su camino el mecánico, respiro hondo y exhaló con frustración, al estar cerca de él, se sentía insignificante. Siguió los pasos de Armando.

Que podía tener el mecánico que llamara tanto la atención del superintendente, —maldición— susurro para si mismo. El trafico lo puso de mal humor, prendió el aire del automóvil, saco su móvil del bolsillo y llamo a su amigo.

—Necesito de tu ayuda, nos vemos en comisaria— Gustabo colgó rápidamente sin dar la opción de que su amigo le contestara.

Entro a la comisaria sin mirar a nadie, entro al vestuario y abrió su locker y saco su uniforme policial, se cambió y espero la llegada de Horacio.

Vio entrar a su amigo al vestuario, pero no le dijo nada hasta que se cambiara, —vamos a una sala de interrogatorio— camino delante de su amigo en silencio. —Me descubrió— dijo sin más.

Horacio lo observo sin entender a que se refería su amigo, —¿Quién? — pregunto tomando asiento.

—El mecánico—.

—Ostia— Horacio hizo una mueca, —¿Cómo fue? —.

—Yo que mierdas se, debe tener ojos en la espalda o algo porque fui lo mas incognito que pude— golpeo la mesa con su puño. —Tendrás que investigarlo tu—.

—¿Yo? — movió la cabeza a los lados en señal de negativa. —si es para lo que creo, quiero mantenerme fuera de eso. Te lo dije Gustabo...—

—Somos como hermanos, y si no mal recuerdo, prometiste que siempre me ayudarías y estarías a mi lado— se acercó al rostro de Horacio y lo tomo de la barbilla, —eres el único que me puede ayudar, no tengo a nadie más que a ti—.

—Pero... yo no quiero lastimar a nadie. — miro a los ojos a su amigo

—Coño Horacio, no te estoy pidiendo que mates al mecánico, solo que investigues con quien se junta, cuando se ve con Conway, que hace en sus tiempos libres. Nadie saldrá herido por esto, te lo puedo asegurar— Gustabo puso su mano en el hombro de Horacio. —Solo cuento contigo—.

Horacio miro su reflejo en el vidrio que lo separaba de la sala, las palabras que había dicho su amigo resonaron por su mente "nadie saldrá herido", "no tengo a nadie más que a ti", "cuento contigo". Quería confiar en Gustabo, ¿pero realmente podía hacerlo?.

Sabía que su amigo era inestable mentalmente y emocional, pero no quería dejarlo solo, además de que solo se tenían mutuamente. —Cuenta conmigo— se puso de pie y salió de la sala.

******

Horacio empezó a investigar al jefe de mecánicos, se sentía mal por invadir la privacidad de alguien, pero su amigo necesitaba de su ayuda. Entro al taller para que repararan su automóvil, disimuladamente observo a los trabajadores, de las escaleras vio bajar al jefe y a otros hombres detrás de él.

—Revisare bien sus solicitudes de empleo y en cuanto los necesite los llamare. — Armando se despidió de los hombres que habían ido a meter solicitud de trabajo. —¿Ya te están atendiendo? — le pregunto a Horacio.

—No, acabo de llegar, mi vehículo está afuera— caminaron hacia el auto —quiero que lo reparen—

Armando le pidió las llaves y metió el coche al taller, —Puedes pasar en cinco horas aproximadamente—

—¡Tanto! — grito asombrado.

—Para repáralo tengo que quitar las piezas dañadas y poner las nuevas, hare lo posible para que sea en menos tiempo. —

Broken MemoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora