Lágrimas saladas caían sobre la herida abierta. Se sentía extrañamente gratificante. Era como un rayo de adrenalina perforando frenéticamente sus células, volviéndolo una máquina destructiva que sólo buscaba liberación.
Brian se acercó corriendo a Zayn para envolverle la superficie ensangrentada con gasa, y Niall se escabulló por detrás, para tomarle el pulso. Era irregular y preocupante. Maldito loco, ¿por qué diablos hizo eso? Además, ¡me besó!, pensaba ofendido. Bueno, “ofendido” no sería la palabra… adecuada. Más bien, “desconcertado”…
-Niall, sujétalo por las axilas y yo por las piernas para llevarlo a la camilla –murmuró el doctor, shockeado. Era la primera vez que Niall veía así de sorprendido y desaforado a su “amigo”. Ese amigo que lo hizo drogar con las malditas jeringa, y que lo internó.
Depositaron a Zayn en la cama y el doctor conectó un poco de suero en sus brazos. Su expresión era casi pacífica, con su vista perdida en la nada.
-¿Zayn? ¿Me oyes? Vamos, responde, maldito. No perdiste la suficiente sangre como para que no puedas oír o hablar… -le espetó Brian, chasqueando sus dedos en su cara.
Niall frunció sus labios. Le molestaba que su compañero tratara de esa forma tan voraz a una persona que se encontraba tan vulnerable y perdida.
-Vamos… -El doctor lo sacudió por los hombros y Zayn pestañeó varias veces, por fin saliendo de su trance. Miró a su alrededor, desconcertado y cuando notó la presencia de las manos fuertes y grandes de Brian sobre él, se encogió.
-¿Qué diablos hago internado? –preguntó, perdiendo la calma y comenzando a acelerarse. Miró con desesperación la bolsa de suero que pendía al lado de su cabeza.
-Pues te cortaste, Zayn –respondió con tranquilidad el doctor, señalando la gasa manchada con las pocas gotas restantes de su herida abierta. Por suerte no había sido tan profunda como Niall había supuesto. Este se mordió los labios. Se sentía totalmente culpable. En primer lugar, él le había hablado de Haley, causando su alteración. Y en segundo, era como si se tenía que encargar de impedir todo esto. Tenía que proteger a Zayn a toda costa, y no dejar que corriera su sangre por ningún medio… Pero fue tan instantáneo…
-Lo siento mucho, Zayn –susurró sin querer. Fue un simple impulso por la culpa que invadía su corazón.
Brian y el moreno observaron al muchacho irlandés con sorpresa y confusión. El doctor debió de entender sus extraños sentimientos, pues se apartó de Zayn, se acercó a Niall y le susurró en el oído que iría a buscar unas cosas para comenzar con la terapia del paciente. ¿De mí o de Zayn?, se preguntó el rubio con un bufido imaginario.
Cuando el doctor cerró la puerta con suavidad, Niall se echó a llorar sin poder evitarlo. Sus piernas cedieron y cayó al piso, sobre las lágrimas y la sangre que Zayn había desprendido anteriormente.
-Niall…
-¡No pude, Zayn! ¡No pude impedirlo! –sollozó Nialler, frotándose la cara.
-¿Pero de qué hablas? –Zayn de verdad que no entendía nada.
-¡Yo te hablé de Haley! ¡Yo te incentivé a que te cortes! ¡Y no pude detenerte! Soy… un inútil. No puedes confiar en mí… No puedes, no puedo protegerte…
-¡Ya, calma, chico! No te preocupes… No puedes estar sobre mí todo el tiempo.
-¡Sí! Me siento obligado a protegerte. No quiero espantarte… pero siento que eres mío…
Los ojos miel de Zayn se abrieron aún más. Sus comisuras se levantaron apenas un poco, pero luego volvieron a caer.
-Soy todo tuyo, Niall.
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Frontera mental [Ziall] (Oficial)
FanfictionUna persona persistente, gentil, alegre, feliz y sana era Niall Horan. Trabajaba como enfermero en el hospital psiquiátrico "Calmwood", aunque su mayor sueño era recibirse de médico, como lo era su fiel amigo y compañero Brian Olivier. Niall llevaba...