CAPÍTULO 15: Grabaciones

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Niall se quedó congelado, con su mano aún aferrada al pomo de la puerta. Su clásica gota de sudor bajo nuevamente desde su sien, humedeciendo su mejilla. La sensación de bochorno y arrepentimiento lo estaba asfixiando. ¿Por qué el doctor siempre aparecía en los momentos más inoportunos?

  -Yo... eh... -logró balbucear, aunque el tartamudeo hacía imposible comprenderlo.

  -Te he hecho una pregunta, Niall...

  Se apegó más a la puerta, intimidado por la mirada penetrante de aquel hombre. Tenía sus músculos entumecidos por el miedo, que bajaba por su garganta lentamente, desparramándose por cada célula de su cuerpo y paralizándolo. Sentía un nudo en el estómago y además, se veía incapaz de decir algo coherente o por lo menos, convincente.

  Y luego se acordó de lo que le había dicho a la secretaria.

  -Olvidé mi campera, Brian —murmuró, rascándose el cuello y recuperando el color.

  Olivier arqueó sus cejas oscuras.

  -¿Y por qué vienes a recogerla a esta hora?

  -P-pues... -Otra vez experimentó que su lengua se enrollaba y que su cerebro se quedaba en blanco: ninguna idea en mente-... Porque sí, ¿acaso importa demasiado la razón? Es mi campera y quiero tenerla conmigo...

  Su excusa tal vez fue algo absurda, pero nada más se le ocurría. Brian se tocó la frente y luego se acercó al enfermero, quien estrelló su espalda contra el duro metal de la puerta.

  -Bien, ve a buscarla y luego dirígete a la sala de operaciones. Al fin de cuentas, hoy no pudimos discutir ese tema que nos quedaba pendiente...

  El tono suspicaz del hombre lo apabulló. ¿Qué había hecho ahora? Sin más preámbulos, pegó media vuelta y marchó a un paso demasiado tranquilo, que no logró otra cosa que confundirlo aun más.

  Niall suspiró audiblemente e ingresó al cuarto de Zayn en silencio. Escuchó sus suaves ronquidos, que actuaron sobre él de forma automática: esbozó una sonrisa muy estúpida y se acercó un poco más. Le llegó a sus narices el aroma a colonia masculina y a jabón. Se tocó el labio, deleitándose por tal embriagador olor.

  Se quedó mirándolo por unos minutos, sin pesar en nada inteligente o adecuado. Estaba embobado con la suave penumbra que había y que iluminaba de forma sutil el pecho desnudo y tonificado de Malik. Demonios, es tan hermoso...

  Parecía que el haberse peleado con Katherine le hubiera incrementado su atracción hacia el moreno. Ahora lo veía con otros ojos. Más excitante, más accesible...

  -Tal vez hoy no, pero pronto, Zayn... Pronto nos iremos muy lejos... -murmuró en voz baja, bajando su espalda y depositando un beso en su nariz.

  Salió del cuarto en puntillas de pie y, como le había dicho su compañero, se dirigió hacia la sala de grabaciones. Allí lo esperaba, con los brazos cruzados y su semblante totalmente severo. Atrás suyo estaba otro hombre que no conocía. Tal vez era el encargado de las cámaras de seguridad en el turno de la noche.

  -Hoy, Niall, vi unas ciertas grabaciones que literalmente me dejaron sin aire. Unas grabaciones tuyas que jamás creí que habría...

  Pero qué mierda..., pensó.

  -Acércate, por favor...

  Eso hizo, temeroso y con las piernas flaqueándoles. El doctor le hizo una seña al hombre.

  -Steve, busca las grabaciones del día quince, es decir, hace tres días...

  El hombre las buscó, mirando a Brian con extrañeza, ajeno a todo tipo de pensamiento que pasaba por su mente.

Frontera mental [Ziall] (Oficial)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora