Frontera mental [Ziall] (Oficial)

CAPÍTULO 10: Encendedor

  -¿Qué? –El rubio se removió bajo el cuerpo de Zayn, mirándolo fijo a sus ojos hechizantes.

  -¿Podrías ayudarme a escapar? –repitió el inglés con calma.

  -Pero… Zayn…

  -Vamos, Niall, ayúdame y podremos ser felices… -Malik pasó su dedo por la columna del chico de ojos claros, y se aproximó un poco más, mordiendo su lóbulo- Podremos hacerlo todos los días, si quieres… -le susurró con sensualidad, realizando un vaivén con sus caderas que desbocó el corazón de Horan.

 -Yo… No sé, Zayn…

  El morocho lo miraba con súplica, mientras los segundos seguían corriendo…

***

Brian vislumbró a lo lejos la puerta con ese gran número rojo. La llama de ansiedad se apoderó de su ser, y apuró el paso.

  -¡Brian!

  Este se volvió, extrañado, y observó a Sophia que corría como loca hacia él.

  -¡Marley está desquiciada! ¡Atacó a Josh con una jeringa en el ojo y agrade a cualquiera que se le acerque!

  El doctor miró por última vez a la puerta de Malik, y marchó con la enfermera hacia el cuarto de su otra paciente pirómana…

  Por otro lado, Emily hablaba por teléfono con una persona que requería de los servicios del hospital. Ella explicaba con cierta desgana las pautas y advertencias que regían la institución, anotando garabatos en un papel.

  La puerta de la entrada se abrió de pronto, y una mujer ensangrentada y con la ropa hecha harapos se desvaneció en el piso de baldosas blancas, que poco a poco se fueron tiñendo de rojo.

  -¡Katherine! –Emily, sin importarle la llamada, saltó su escritorio y se acercó, junto con otros médicos y enfermeros, a la pobre moribunda. Rápidamente le tomaron el pulso, era muy débil y poco regular. Además, estaba pálida.

  -¡Rápido, una camilla! –gritó un doctor, haciendo señas a dos jóvenes vestidos de azul, quienes trajeron al segundo lo pedido.

  Depositaron a la prometida de Niall en la camilla, y la llevaron rápido a Emergencias. Allí, le conectaron suero a sus brazos machucados y le limpiaron todas sus heridas. Tenía una fea y profunda herida en su muslo izquierdo, gracias a la cual perdió mucha sangre.

  -Niall… -balbuceó, cegada por las luces blancas de los fluorescentes. Quería a su novio, precisaba de su calor, necesitaba que la consolara y que la ayudara a olvidar tal horrendo hecho vivido.

  -Emily, busca a Niall y tráelo para acá –murmuró el hombre que le estaba cociendo sus lastimaduras a Kat.

  La secretaria marchó a toda velocidad fuera de la sala, mirando sus alrededores con brusquedad. Se acercó a un chico, que llevaba a un paciente en silla de ruedas.

  -Tommy, ¿has visto a Niall?

  -La última vez que lo vi estaba trayéndole la comida a la 69…

  Ja, qué extraño…

  -Está bien, gracias.

  La joven empezó a correr, rogando que Niall no estuviera haciendo nada con aquel moreno tan seductor.

  La puerta estaba cerrada, pero como ella siempre llevaba un repuesto, pudo abrirla.

  No, no se encontró a Horan haciendo cosas con Zayn, sino algo mucho peor.