El resto de la noche transcurrió como si hubiera sido el mismo paraíso para Katherine. Estaba conmocionada y aún no creía que le hubieran propuesto matrimonio. Sus sueños de princesa se convirtieron en hermosas corazonadas que ella trataría de llevarlas a cabo.
En cambio, Niall no se sentía eufórico como su novia. Más que nada era alivio lo que sentía. Alivio de haber hecho eso que le estorbaba. Esperen, ¿acaso la mente de Horan utilizó la palabra “estorbo” para referirse al hecho de haberle propuesto matrimonio a Kat? Qué horror, yo amo a Katherine, y no me arrepiento de haber hecho esto, pensó él. No, claro que no se arrepentía, por el momento…
Eran las tres de la madrugada, y Niall abrazaba a su novia por detrás, rodeando su cintura con sus brazos. El otro lo dejaba caer plácidamente por un costado de la cama, y se balanceaba a un suave ritmo, sacudiendo los dedos. Su ceño no dejaba de estar fruncido, lo cual era extraño en una persona tan alegre como Niall. Su ánimo no ayudaba, y sus pensamientos menos. Quería que el tiempo pasara lo más rápido posible, que la alarma sonara y le avisara que ya era hora de trabajar, que se durmiera de una vez. Quería verlo, necesitaba verlo, había que admitirlo… Ansiaba volver a tocar esas manos ásperas y aceitunadas. ¿Era deseo? ¿O se trataba de alguna otra cosa? El rubio se lo preguntaba muy seriamente, y le daba vueltas a las palabras de Zayn del primer día. Había dicho que Niall pronto iba a caer en sus redes y se iba a volver tan loco como él. Por favor, eso era imposible. El rubio era muy cuerdo, y sabía cuidar su sanidad, pues de eso consistía su trabajo y sus estudios. No iba a perder la cabeza. No, no lo haría…
¿Y por qué me siento tan enfermo y loco por ti, Zayn Malik?, pensó, mordiéndose los labios y por fin siendo dominado por el sueño.
No supo si se despertó por la sensación de pegoteo en la espalda, o por el dolor de estómago que sentía.
Entreabrió los ojos y observó que apenas había podido dormir dos horas: eran las 5 am.
Con los músculos temblorosos, se levantó de la cama y llevó una mano a su boca. Corrió hacia el baño y devolvió todo lo que tenía en el estómago en el inodoro. Katherine debió escuchar sus horrendas arcadas, pues apareció un minuto después. Lo sostuvo de la cintura y le palmeó la espalda. Niall continuó sacudiendo su cuerpo, vomitando toda cosa que estuviera en su organismo. Cuando por fin pararon las arcadas, se lavó la boca y regresó a la cama, sujetado por la joven, que tenía expresión preocupada. Niall sufría una serie de espasmos y temblaba cual papel.
-El pollo te ha caído mal, cielo… No podrás ir a trabajar hoy…
-¡No! –gritó Niall sin muchas fuerzas, cada vez más debilitado.
Tomó a Katherine de las muñecas y ella observó sus ojos inyectados en sangre.
-Iré a trabajar. Todavía faltan dos horas y puedo recomponerme en ese tiempo…
-Pero, amor, estás pálido, tienes fiebre, y por alguna razón no dejas de sudar… -replicó Kat, tocando la frente húmeda y caliente de su prometido- Además, ¿por qué estás tan desesperado por ir a trabajar? ¿Hay algo allí que te preocupa? –preguntó, haciéndose la inocente.
-No, no, para nada… Pero quiero ir porque… porque le prometí a Emily que la ayudaría con… algo…
-Ah, sí, claro. ¿Y no tiene nada que ver con Zayn? – se le escapó a ella.
-¿C-cómo sabes de Zayn? –preguntó Niall, entrecerrando sus ojos, aunque le costaba mucho mantenerlos abiertos. Parecían dos bolsas de arena que pesaban cada vez más.
-Yo… Ayer a la salida del trabajo me encontré a Emily y ella me contó… Y me dijo que tú estabas mucho con él. Qué te preocupabas mucho por él…
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Frontera mental [Ziall] (Oficial)
FanfictionUna persona persistente, gentil, alegre, feliz y sana era Niall Horan. Trabajaba como enfermero en el hospital psiquiátrico "Calmwood", aunque su mayor sueño era recibirse de médico, como lo era su fiel amigo y compañero Brian Olivier. Niall llevaba...