CAPÍTULO 25: Destello

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Brian le sonreía impecable a su cita. Ambos estaban sumidos en mutua contemplación. Se miraban las arrugas en la comisura de la boca; las pupilas dilatadas; el cuello; toda su anatomía. Cada vez se atraían más.

Emily se mordió los labios, poniendo los brazos sobre la mesa. Lo miró insinuante, aproximándose con cuidado. Él también se acercó, a punto de besarla.

Justo cuando sus labios estaban a escasos centímetros para unirse, el teléfono vibró en su pantalón. Maldijo, mientras se separaba y lo sacaba. Era uno de los guardias de Calmwood de la noche.

-¿Qué pasa? –preguntó molesto Brian.

-¡Brian! ¡Un paciente se ha escapado! ¡Zayn Malik!

-¿Qué? –Su corazón dio un vuelco, clavando las uñas en la mesa. Los ojos de Emily lo analizaron temerosos. "¿Qué pasa?", preguntó con mímica, palideciendo.

-¡Se ha internado en el bosque junto a otra persona!

-¿Otra persona? ¡Mierda! –Colgó el teléfono y se levantó de un salto de la mesa, tomando a Emily de la mano- Acompáñame.

-¿Qué diablos pasó, Brian? –susurró esta a su vez con la voz temblorosa.

-Zayn escapó, y no está solo.

Ella guardó silencio, mientras subían al auto y arrancaban a toda velocidad. No hubo necesidad de preguntar a dónde se dirigían; estuvieron allí en menos de diez minutos.

Brian tocó la puerta con desenfreno. El viento soplaba a través de sus cabellos revueltos. La luna brillaba con su luz lechosa.

Le abrió una joven llorosa y consumida en la tristeza, vistiendo un camisón viejo y arrugado. Se limpió los ojos lagañosos con el brazo.

-¿No está? –preguntó sutil Olivier.

Katherine negó una y otra vez, echándole los brazos al cuello, que terminó mojado y tibio por las lágrimas ácidas de sus ojos. Estuvieron así, tan vulnerables y débiles hasta que ella acercó su boca a la oreja del doctor: -¿Está con él? –A Brian esto lo destrozaba por dentro, pero no podía mentir. Empeoraría las cosas, acentuaría la herida, saldría más sangre.

Lentamente, asintió, mordiéndose los labios con saña. El dolor que le estaba causando a esa pobre chica le contaminaba la mente. Se sentía culpable, aunque de verdad no hubiera motivo alguno. Todo el pecado recaía en Niall y su estúpida obsesión. Pero las consecuencias se las tenía que ver él, Brian. Maldita injusticia, pensó.

-Dis-discutimos –susurró, sin dejar de abrazarlo-. Él se mostró... sniff indiferente... sniff frío... Y-y canceló la sniff... Boda...

-¿QUÉ? –Brian la apartó con suavidad de sí, mirándola con horror.

-L-lo hizo sniff... Me siento destrozada. Y ahora está p-por ahí... sniff revolcándose con e-ese maldito...

-Katherine, Zayn no es malo.

-¿Cómo que no? –Ella lo miró con los ojos enormes- ¡Me robó a mi prometido!

-Él sólo lo... sedujo, ¡pero por poco tiempo! Niall se desesperó y fue él entonces quien lo empezó a buscar. ¿De quién crees que fue esta idea de escapar? ¿De Zayn? Él quiere curarse.

-¿Es-escapar? ¿Entonces no sabes sniff... dónde están?

-No, lo siento... Pero ya llamamos a la policía. Los encontrarán, Kat.

Con la vista perdida, la joven asintió, metiéndose dentro de la casa y cerrando con suavidad.

Emily abrazó la cintura amplia del doctor, apoyando su cabeza en su pecho.

Frontera mental [Ziall] (Oficial)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora