CAPÍTULO 16: Dolorosa confusión

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El doctor se apoyó en la baranda del balcón, con un cigarrillo entre sus dedos. Mientras expulsaba el humo blanco por su boca, su vista se perdía en los árboles frondosos que había frente al hospital. Las hojas caían lentamente sobre el pasto amarillento, mientras los columpios se mecían por la suave brisa, muy propia del otoño.

  La mente del hombre era como una bola de estambre: enredada, confusa, ambigua... Sabía con perfecta seguridad que era alguien sano, cuya mente trabajaba normal y sin ningún tipo de alteración. No era posible que hubiera imaginado esas grabaciones. Las había visto, recordaba la cara atónita de su compañero, Marcus. No era una ilusión. No era un delirio. No estaba loco.

  Frotó el filtro del cigarro contra la dura baranda. Se acarició la barba de varios días y volvió a entrar a la institución. Caminó a un paso bastante tranquilo, sin pensar nada en específico. Llegó hasta un pasillo. Observó a un paciente sentado en una banca blanca, mirando el vacío con la boca entreabierta. Brian se sentó a su lado, cruzándose de piernas.

  -Buenas, John.

  El aludido no respondió, sus ojos grises estaban perdidos en un abismo de confusión y desarreglo. Sus pensamientos eran como piezas de un  rompecabezas imposible de encastrar. Olivier puso una mueca, pasándose una mano por el cabello castaño.

  -Te entiendo, hermano. Me siento exactamente igual de perdido que tú.

  Sin más que decir, se marchó.

***

Niall se frotó la cara con frustración, sentado en una cama, junto a Zayn. Sentía su aliento fresco sobre su cuello. El vello se le erizaba, sus músculos se tensaban...

  -Hueles demasiado bien... -le ronroneó.

  El enfermero se estremeció como por la séptima vez en el día. Los halagos del moreno lo hacían reaccionar de una manera tan extraña. Sentía un cierto pudor que nunca se marchaba de su interior. Jamás se olvidaría de las palabras de su amiga: "Zayn iba a matarte"... No podía saber con exactitud cuál sería la próxima acción de un inestable como él.

  -Deja de preocuparte –lo riñó Malik, tocando delicadamente la oreja del rubio y acostándolo. Se subió a horcajadas, pasando su lengua por su clavícula huesuda y pálida. Dejó su marca una y otra vez. Mío, mío, mío...

  Las manos nerviosas del irlandés fueron a parar misteriosamente a la hebilla del cinturón del chico. Sin dejar de besar esos labios rosados, enredó sus dedos sobre la hebilla y de un tirón sacó el cinturón. Tiró sus brazos para atrás, estirándolo detrás de su cabeza, arqueando su espalda. Lo hizo chasquear, logrando un gran sonido. Zayn lo miró curioso.

  -Juro que vi eso en una película porno.

  -Pues de ahí lo saqué –le respondió, inclinándose nuevamente sobre él y mordiendo sus labios. La sangre le entró en su boca, y se sintió morbosamente delicioso. Clavó las uñas en sus hombros, dando un vaivén violento que dejó sin aliento al moreno. Este se aferró a su pequeña cintura y lo frotó a sí mismo. Ambos soltaron gemidos ahogados, sintiendo sus propias erecciones como el paraíso. Zayn empezó a temblar, toda su sangre se le estaba acumulando en su miembro, y necesitaba liberación.

  -Ohhh Ni... -gruñó, mordiéndose los labios.

  -Z-Zayn agh...

  Se bajaron los pantalones y rápidamente comenzaron un pequeño juego de restregar y lamer. Era algo demasiado erótico que los hacían estremecer de pies a cabeza. El rubio se apretó fuertemente al cuerpo musculoso del inglés. Amaba esa sensación de calidez y su esencia tan masculina. Sabía y olía espléndido.

Frontera mental [Ziall] (Oficial)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora