CAPÍTULO 3: Desesperación

703 64 11
                                    

La mañana estaba nublada, y de alguna forma, Niall se sentía identificado. No había amanecido bien, no había dormido bien. Sueños realmente extraños interrumpieron su tranquilidad, y lo dejaron traumado. Se tuvo que levantar incontables veces para “bajar el calor”. Váyase a saber la razón del mismo… El punto es que Niall se sentía mal, triste, desanimado, y raro. ¿Por qué no pudo animarse a pedirle matrimonio a Katherine? Sonaba y estaba tan seguro de hacerlo… Pero, algo fue. Algo fue que lo detuvo, que se lo prohibió hacerlo…

  -Oye, ¿te pasa algo, Duendecillo? –le preguntó con suavidad Kat, ladeando la cabeza.

  -Oh, no, no… Para nada, Katherine.

  Ella seguía con su cabeza ladeada, sin creerle a su pareja. No le había dicho nada, pero la joven lo notó algo estresado cuando hicieron el amor. ¿Había pasado algo en su trabajo? A Niall, a pesar de que lo negaba rotundamente, le cohibía un poco su empleo. Tratar con personas que tenían problemas mentales, sea de cualquier tipo, era triste y complicado. Hasta ha habido días en los que él regresaba llorando a casa, y los cálidos brazos de Katherine lograban distraerlo y hacerle olvidar los melancólicos sucesos del día. Pero ahora, ni los cariños de la hermosa joven lograrían sacar al moreno de la mente de Horan.

  -Bueno, amor, tengo que irme a trabajar… -habló él, levantándose de la silla y sacudiéndose las migas de su camisa azul de enfermero.

  -Claro… ¿Volverás muy tarde…? –inquirió Kat con cierto matiz de tristeza en su voz.

  -Sí, lo siento, cariño…

  Se despidieron y Niall marchó nuevamente a su trabajo. Su mente deambulaba por todas partes, pero de alguna forma, siempre terminaba pensando en Zayn. Ese maldito y sensual Zayn. Horan tendría que obligarse a sí mismo que el moreno era un ser repulsivo que no debía parecerle atractivo… Y también tendría que acallar su incesante curiosidad. Esa ansiedad de posar sus delgados y blancos dedos por el torso aceitunado de Malik, y conociendo cada parte de él… Y sus labios… oh sí, definitivamente quería darles una buena bienvenida a sus labios, salvaje e intensamente... “No, Horan, no… no pienses esas barbaridades, teniendo una mujer en casa y siendo totalmente heterosexual. A él nunca le llamaron la atención los varones, ¿por qué Zayn tenía que ser la excepción? Pero, y más importante, ¿por qué había una excepción?

  Pero, Niall estaba seguro de que no estaba enamorado de Zayn. Era sólo atracción física… Y quién sabe, tal vez una simple atracción podría convertirse en una obsesión incontrolable, que desataría un estado de locura en la cabeza del joven irlandés...

  Horan llegó a Calmwood. El lugar le resultaba más lúgubre de lo normal… Las rejas negras parecían estar manchadas de una sustancia aceitosa, y todas las cortinas estaban corridas, excepto una…

  -Buen día, Niall –sonrió Emily.

  -Hola, Mily…

  Él pasó de largo y se dirigió rápidamente a la oficina de Brian Olivier, para hablar un rato con él. Allí estaba, ordenando y firmando papeles importantes. Niall hizo el menor ruido posible y se sentó en frente.

  -Hola, Brian.

  El hombre levantó la vista, y sus ojos cafés sonrieron. Sí, sus ojos sonrieron.

  -Hola, Niall… ¿Lo hiciste?

  “Demonios, qué directo…”

  -Oh… Yo… ehhhh…

  Su expresión demostraba ansiedad. Niall tragó con dificultad, y una gota de transpiración bajó por su cuello. Se sentía amenazado, como si alguien le estuviera presionando un cuchillo en su espalda.

Frontera mental [Ziall] (Oficial)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora