✘ ESTEBAN ✘ © [SVD#1.5]

19.5 🦇 Enemigo

“Dame eso de ti, eso que me vuelve loco, tu esencia vital, déjame morderte hasta robar cada gota de tu preciada sangre”

🦇 ESTEBAN 🦇

DESPRECIO a Nadia

Con Nohemí es todo menos odio aunque muchas veces lo haya dicho. Por más que trato no puedo hacerlo. Lamentablemente es mi debilidad, soy una simple marioneta siendo manipulado por ella. Me enloquece, me fascina todo de ella.

No la culpo, sabe sacar provecho de esa peligrosa belleza. Ese don, ese poder. Nohemí posee una belleza única que la hace resaltar de las demás vampiresas. Ella es la única que me cautivó apenas la ví, la más bella que he visto en mi tiempo de eternidad y me hace perder la cordura. Porque solo por ella lo arriesgo todo.

Soy débil con ella. Caigo en la tentación y me es difícil mantener mi control con ella. Ser fuerte.

Soy un vampiro que me gusta tener ambas cosas a la vez. Sangre hasta satisfacerme y tener una bella compañera a mi lado justo como en este momento.

No puedo estar lejos de ella. La tengo prisionera con mis manos, estás se deslizan por su espalda desnuda dejando ciertas pequeñas heridas ocasionadas por mis largas uñas, que tan pronto sanan. No me arrepiento de tan candente momento con ella. Siendo una poca distancia que nos separa, ella aferrada a mi mientras desliza sus manos por mi pecho siendo sus uñas notorias.

Aparto su cabello de su rostro mientras me acerco hasta su cuello dejando ciertas mordidas, con mi lengua lamiendo las pequeñas gotas de sangre que salen antes de que la herida sane.

—Siempre consigues lo que quieres. —la escucho decir al apatartarse. Nohemí apoya su barbilla en mi pecho teniendo una perfecta vista de su rostro. Sus colmillos no han disminuido y esos ojos rojos intenso son notorios. Aunque siempre será hermosa ante mis ojos así esté completamente transformada.—Has ganado está vez Esteban Williams.

—Que puedo decirte. —le sonrío— aunque no siempre he logrado lo que quiero.

—¿Y qué es lo que quieres? —me pregunta mientras desliza su mano hasta mi cuello.

—Sin duda muchas cosas, pero lo más importante. —lamo mis labios— estar contigo, con nuestro hijo. Que todo esto se terminé y pasemos una maldita eternidad tranquila y candente.

Río

—¿Creí que me querías lejos de ti? Escuché que le dijiste a Lezy que me dejarías apenas naciera Noah,— ella clava sus uñas en mi cuello, sus ojos se tornan más oscuro al punto de parecer negros— no voy a permitirlo.