✘ ESTEBAN ✘ © [SVD#1.5]

28 🦇 Aceptación

Advertencia: Si no te gustan este tipo de escenas simplemente no la leas, evita dejar malos comentarios al respecto o sobre el personaje ect.

“Me gusta la gente bonita, pero más las de miradas psicópatas, cerebros creativos, personalidades magnéticas y uno que otro talento”

🦇 ESTEBAN 🦇

Corro con velocidad hasta llegar a la entrada de la cocina. Me detengo, decidido a pasos rápidos me adentro mientras lo busco y rápido mis ojos lo observan fijamente, frente a él con el semblante serio sin importarme muy poco el monstruo que soy mientras lo miro con molestia.

—¿Es cierto? ¡Vas a irte!

Darren sin voltear a verme continúa sirviendo su copa. Indiferente. Por un momento pienso que me ignora, pienso en repetirlo sin embargo al llenar su copa voltea a verme.

–Es cierto, mi estadía aquí culminó. Creo que ya te soporte demasiado tiempo.

Hago mis manos puños y dos tres pasos adelante hasta él.

—No puedes irte. —cierro los ojos tratando de calmarme. Mis uñas se clavan en mi piel que me molestan y mis colmillos por primera vez son un estorbo. Me controlo y abro los ojos volviendo a mi estado normal —¿cuál es la prisa? No te estoy corriendo, no te vayas. —tan patético que susurro lo último.

—De igual forma lo haré Esteban, esto tarde o temprano iba a pasar solo lo estaba alargando el tiempo. Sabes perfectamente que no somos de quedarnos en un solo lugar por mucho tiempo. Nos buscan y lo sabes. —Darren levanta su copa mientras lo veo beber con tranquilidad de ella. —¿cuál es tu problema si lo hago?

Escucho perfectamente su pregunta al dejar de beber. Darren me observa y realmente me siento patético por mi actuación sin motivo o tal vez si lo hay. Me dejé cegar por la ira al enterarme que lo único que pensé fue en enfrentarlo pero ahora esta situación me hace sentirme confundido y débil frente a él.

Dudo en responder y me volteo colocando ambas manos sobre la mesa.

—Es solo que… Creí que me enteraria por ti no por mi padre —menciono con naturalidad—. Me comentó que van a irse y se supone que por nuestra rara amistad debiste decirme.

—Te equivocas, no tengo porque contarte todo de lo que haga y ya sabes que me molesta hacerlo.

Noto su tono molesto que me obliga a sonreír un poco.

—¿Cuándo se van? —me limito a preguntar sin verlo.

—Mañana