✘ ESTEBAN ✘ © [SVD#1.5]

29 🦇 Libre inmortalidad

“Al fin y al cabo yo soy más que una pobre alma condenada a la soledad, condenada a destruir lo que ama y ser destruido por quienes ama”

                         🦇 E S T E B A N 🦇

Medio día y tan pronto encerrado en estas cuatro paredes de esta maldita habitación siendo consumido por un intranquilo silencio. Demasiado silencio para mi bien. En soledad mientras mis pensamientos/recuerdos me torturan una y otra vez.

He buscado formas de controlarlos. Buscar una manera de distracción que solo me ayude a olvidar y mantener estable mi cordura.

Es imposible.

Puedo verme tranquilo, incluso pueden verme bien por fuera mientras que por dentro no lo estoy. Sé fingir perfectamente cuando es una maldita mentira más.

Callo mis pensamientos, bloqueo los recuerdos y sobre todo ignoro la presencia de ella o existencia que después de ya haberse ido, me sigue torturando.

Mi alma me sigue causando problemas.

En este momento estoy solo en mi habitación mientras observo con detenimiento las armas que he recolectado de esos despreciables cazadores en todo este tiempo, aquellas distintas armas que se encuentran esparcidas sobre la cama. Una prueba más para la Corte, aunque en todo este tiempo no he vuelto a saber de ellos, apuesto que no les soy desapercibido. Tiempo, en silencio esperando el momento perfecto para aparecer y por mi bien es mejor seguir en esto y probarles que sigo con este absurdo trato.

Cada vez se unen más malditos cazadores en mi lista, he perdido la cuenta o me es indiferente. He perdido el gusto o diversión de esto. Como una marioneta los busco, los mato sin tomarme la molestia en torturarlos, alargar su muerte causándoles heridas o miedo. Ya no hay nada de eso. Solo basta con llegar con rapidez, un ágil movimiento para arrancarles la cabeza o el corazón. Sin disfrutarlo. Esto me a ocurrido con los siete últimos. Estoy cansado de esta monótona vida, que mi eternidad se base en matar cazadores no es algo que quiero hacer siempre. Sin embargo no tengo opción. Debo cumplir mi trato con la Corte hasta que ellos lo decidan y la verdad, solo espero soportar esto.

—Necesito hablar contigo.

Dejo de ver las armas y levanto la vista apenas escucho su voz. Veo a Darren en el marco de la puerta con sus manos en sus bolsillos.

—¿Qué quieres?

Regreso la vista puesta en esas armas. Por ahora su presencia no es de mi agrado sin poder evitar recordar lo sucedido ayer. Exactamente hace unas horas atrás.

—Hablar —repite y se adentra en la habitación. Lo veo de reojo acercarse. Evito verlo y finjo mi concentración en aquellas armas.

—Mi estadía aquí terminó —agrega ante mi silencio—. Apenas lleguen Estefan y Williams nosotros nos iremos.

—¿De nuevo salieron? —giro a verlo. Darren asiente —. Desde que llegaron sucede muy seguido, es como si quisieran tranquilidad o tal vez no quieren que los escuchemos. No sabemos que tantos secretos escondan ellos.

—Yo no tengo problema en que se larguen, más tiempo tranquilo sin soportar o ver a Estefan.

—Tendrás que soportarlo si vas a irte con él.

Darren se cruza de brazos.

—Lo sé, aunque sabes perfectamente porque lo hago. Lo único que nos une es una promesa porque Estefan hace mucho que dejo de ser mi padre.

—Sigues con eso, ¿hasta cuándo va a olvidarlo?

—Jamás, tu sabes perfectamente que hay cosas que no se olvidan. Estefan de encargó de arruinarlo todo. —noto sus colmillos ser visibles—. Yo hace mucho que dejé de tener un padre, ya nada me importa ni tampoco arreglar una relación que se perdió hace siglos. Mi única prioridad es volverme más fuerte y matar a Salvatore, sin obstáculos, esa es mi propósito en mi eternidad.