El Cerezo Uchiha

Capítulo #53/ Iwagakure

El reencuentro

—¡Gracias!

Le dije tomando el paño que me había ofrecido para limpiar las heridas de Michiko.

—Velo como una devolución de cómo me salvaste la vida en la cuarta guerra ninja.

Yo no lo recordaba, había ayudado a tantas víctimas a recuperarse que me era imposible recordar, mas había sido un golpe de suerte que ella fuera la Shinobi que se atravesará en nuestro camino, ofreciéndonos refugio y no escoltarnos con su Kage.

Al principio me había asustado y había tomado de mi bolsa un kunai. Pensaba defendernos hasta que de alguna manera pudiera escapar sin que le hiciera daño. Un golpe en la parte detrás de su cabeza sería suficiente pero para mí total desconcierto nos ofreció su casa como refugio y a ella para mantenernos informados de todo.

Al principio no le había creído pero luego me mostró una gran cicatriz que atravesaba su abdomen y me había dicho que la había salvado de morir. Por ello pensaba traicionar a su aldea. Recordaba heridas profundas así en la guerra, unas más escandalosas que otras pero a pesar de mi absoluto desgaste, todos mis pacientes sobrevivieron y nunca supe realmente al país que pertenecía puesto que todos llevábamos bandas de la alianza ninja.

Me ayudó a entrar a Michiko y procedió a traerme algunas cosas para salvarlo mientras cocinaba algo para ayudarlo a recuperar su fuerzas. Por alguna razón tampoco tenía dudas de sus buenas intenciones y por ello me relaje un segundo antes de volver a ser consciente de que Sasuke me buscaría en la cueva y podría volverse loco al no verme pensando lo peor.

—Tengo que irme cuando todo esto se calme un poco mas—Le explique pero ella arrugó el seño.

—¿Aun no confías en mí?

Sakura negó

—Mi esposo me espera en un lugar que acordamos y si no me encuentra puede regresar a enfrentarlos.

Ella comenzó a dar vueltas sobre el mantel que cubría parte de su sala y luego tomo su chaleco y su banda que se había quitado por un momento.

—La calles están muy tranquilas así que temo que lo hallan capturado.

Mis latidos se hicieron incontrolables y por un momento perdí la respiración. ¿Que sería capaces de hacer por proteger su secreto? No quería pensar lo pero pero tampoco conocía los límites de Kurotsuchi, no después de lo que le había hecho a Michiko.

Hiroko, la chica que me había birnfado refugio, salió y no volvió por largos minutos o quizá horas. No estaba segura, me mantenía nerviosa curando con mi chackra a Michiko mientras los primeros rayos de sol aparecían en el horizonte dejando solo los cantos de los pajaros en en silencio perturbado de la noche.

La puerta fue nuevamente abierta dejandole paso a Hiroko y su mirada no parecía traer noticias alentadoras.

—¿Que pasó?—Pregunte no soportando un minuto más la incertidumbre.

—Lo tienen

Cerré lo ojos y me pare con determinación. Debía dejar a Michiko y rescatar a Sasuke.

—¿Que piensas hacer?-Me pregunto viendo como recogía mis cosas.

—No puedo quedarme aquí, debo intervenir.

Hiroko asintió y se inclinó sobre Michiko.

—Yo me quedaré con el...

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Había sido sincera con ella, en busca de un poco de arrepentimiento de su parte y lo estaba logrando. Aun que ella también tenía sus motivos para hacer lo que estaba haciendo.